Científicos y autoridades sanitarias de Sudáfrica informaron ayer jueves de la detección de una nueva variante del coronavirus, identificada como B.1.1.529.
Hasta ahora se han confirmado pocos casos de esta variante en otros puntos fuera de África, pero la preocupación que suscitan se deriva de su posible impacto en la transmisibilidad y por su potencial capacidad de evadir la inmunidad o protección previa.
VUELOS SUSPENDIDOS
En este contexto, varios países han decidido hoy suspender los vuelos procedentes de África austral por la variante B.1.1.529.
Francia, Italia, Reino Unido, Alemania, Holanda, Singapur, Austria e Israel son algunos de esos países que han optado por suspender los viajes desde el sur de África.
"Estas medidas buscan proteger ante la llegada de este virus", dijo el ministro de Sanidad francés, Olivier Véran, quien apuntó que es una nueva variante que se propaga con rapidez pero que de momento hay pocos casos.
Esas 48 horas permitirán consultar a otros miembros de la Unión Europea y obtener más información sobre la variante.
A este respecto, la Comisión Europea propuso este viernes detener el tráfico aéreo procedente del sur de África para evitar la expansión en Europa de la variante de la covid-19.
"La Comisión Europea propondrá, en coordinación estrecha con los estados miembros, activar el freno de emergencia para detener el tráfico aéreo desde la región del sur de África por la variante de preocupación B.1.1.529", anunció en su Twitter la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen.
Sudáfrica, Lesotho, Botswana, Zimbabwe, Mozambique, Namibia y Esuatini son algunos de los países que no podrán llevar a cabo vuelos a los Estados que han suspendido ya las conexiones.
CRÍTICAS AFRICANAS
El Gobierno de Sudáfrica criticó hoy esas suspensiones. "Es apresurado, absolutamente", dijo a Efe Clayson Monyela, portavoz del Ministerio de Relaciones Internacionales y Cooperación, en respuesta a esos anuncios.
Monyela aseguró que Sudáfrica va a "dialogar con todos los países" para que reconsideren estas medidas, ya que ni siquiera la Organización Mundial de la Salud (OMS) tuvo tiempo aún de definir la como "variante de preocupación" ni de recomendar medidas.
Los científicos sudafricanos afirman que la variante detectada se caracteriza por presentar múltiples mutaciones (algo más de una treintena) que despiertan la preocupación de los especialistas por su posible impacto en la transmisibilidad y por su potencial capacidad de evadir la inmunidad o protección previa.
El impacto de estas mutaciones, sin embargo, aún debe ser estudiado, ya que de momento se identificaron solo alrededor de un centenar de casos.
Científicos involucrados en su detección, como el profesor Tulio de Oliveira, de la Plataforma de Innovación en Investigación y Secuenciación de KwaZulu-Natal se anticiparon ya la pasada noche al temer que la reacción de la comunidad internacional tendiera a "discriminar" y a "aislar" a los países del sur de África.
En esta línea, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de África - organismo de la Unión Africana - rechazaron hoy "enérgicamente" la imposición de vetos y restricciones de viaje.
"De hecho, durante esta pandemia, hemos observado que imponer prohibiciones a los viajeros de los países donde se reporta una nueva variante no ha producido un resultado significativo", recalcó esta institución sanitaria en un comunicado.
CASOS EN ISRAEL Y HONG KONG, LA OMS ANALIZA
Las autoridades sanitarias de Hong Kong hallaron este miércoles dos casos de la nueva variante de coronavirus B.1.1.529, descubierta por primera vez en Sudáfrica, en uno de los hoteles del aeropuerto de la antigua colonia británica.
La variante B.1.1.529 se introdujo en la ciudad a través de un hombre de nacionalidad india de 36 años que viajó a Hong Kong desde Sudáfrica el pasado 11 de noviembre y dio positivo durante su cuarentena.
El segundo caso se detectó en un hombre canadiense de 62 años que hacía cuarentena en la habitación justo enfrente de la del viajero indio.
En cuanto a Israel, el Ministerio de Salud informó hoy de que el primer caso confirmado de la B.1.1529 corresponde a un ciudadano israelí procedente de Malawi, mientras hay otros dos sospechosos de estar infectadas con ella.
Mientras tanto, expertos para nuevos patógenos de la Organización Mundial de la Salud analizan desde este mediodía los datos que se conocen de la B.1.1.529 junto a sus colegas sudafricanos, como ya adelantó este jueves la jefa de la unidad técnica anticovid de la organización, María Van Kerkhove.
"No conocemos mucho de la variante, sabemos que tiene un alto número de mutaciones, y la preocupación es que ello afecte al comportamiento del virus", aseguró la experta, en el sentido de que pueda aumentar su capacidad de transmisión, o su resistencia ante tratamientos, diagnósticos y vacunas.
"Tomará unos días ver qué impacto puede tener y el potencial de las vacunas ante la variante", afirmó la experta estadounidense, quien vio en cierto modo positivo el descubrimiento, ya que en su opinión refleja que los laboratorios siguen controlando eficazmente las variaciones en el coronavirus.