El Zircón se unirá en el arsenal ruso a los vehículos de planeo hipersónico Avangard —que entraron en servicio en 2019— y a los misiles lanzados desde el aire Kinzhal (Daga).
En los últimos años, Moscú ha promocionado el desarrollo de armas que espera que le den ventaja en cualquier carrera armamentística con Estados Unidos, en un momento de crecientes tensiones con Occidente.
Los misiles hipersónicos pueden viajar a más de cinco veces la velocidad del sonido, y al ser “de crucero” tienen además capacidad de maniobrar en pleno vuelo, lo que los hace mucho más difíciles de interceptar.
El ejército precisó que había disparado el misil Zircon desde el buque Almirante Gorshkov y que había alcanzado un objetivo de prueba en las aguas del Ártico ruso. “El disparo se realizó sobre un objetivo marítimo en aguas del Mar Blanco”, indicó el ministerio de Defensa ruso en un comunicado recogido por las agencias de noticias.
Añadió que el misil eliminó su objetivo con un “impacto directo”.
El Zircón ya había sido sometido a varias pruebas en los últimos años, incluyendo otro lanzamiento desde el Almirante Gorshkov y desde un submarino sumergido.
En 2018, Putin aprovechó su discurso sobre el estado de la nación para revelar nuevas armas hipersónicas, entre ellas el Zircon, afirmando que podría alcanzar objetivos en mar y tierra ubicados a un millar de kilómetros.