Durante su intervención ante la plana mayor de la diplomacia rusa, Putin pidió a su ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, que plantee "sin falta" la necesidad "de lograr la concesión a Rusia de importantes garantías de seguridad a largo plazo".
Putin, al que Kiev y Occidente acusan de desplegar a cerca de 90.000 soldados cerca de la frontera ucraniana, dibujó un continente en el que Rusia es asediada por la Alianza Atlántica, especialmente en su flanco occidental, en referencia al mar Negro, Ucrania, Bielorrusia y los países bálticos.
GARANTÍAS DE SEGURIDAD
Por ello, afirmó, Rusia necesita garantías de seguridad para evitar "que se produzca un conflicto innecesario" en las fronteras occidentales. "Nosotros no queremos un conflicto", dijo.
"Rusia no puede existir y estar siempre pensando en que lo que puede ocurrir allí mañana", subrayó Putin.
Putin admitió que los socios occidentales, "por decirlo suavemente, no son muy de fiar" y no se toman en serio las "líneas rojas" del Kremlin en su patio trasero.
"Ellos renuncian fácilmente a cualquier acuerdo previo. Con todo, por difícil que sea, hay que trabajar en ello", dijo.
Recordó cómo, cuando las relaciones entre Rusia y Occidente, incluido Estados Unidos, eran "casi entre aliados", la OTAN ignoró "completamente" las preocupaciones sobre una ampliación al Este en 1999 y 2004.
MAR NEGRO, CENTRO DE TENSIÓN
La tensión entre ambas partes se concentra ahora en Ucrania y el mar Negro, especialmente en las costas de la anexionada península ucraniana de Crimea.
"Lo último se sale de ciertos límites. A 20 kilómetros de nuestras fronteras vuelan bombarderos estratégicos. Como es bien sabido, portan armas muy serias", dijo en alusión a la aviación estratégica occidental, aunque bombarderos rusos patrullan desde la pasada semana la frontera bielorrusa con la OTAN.
Putin acusó a Occidente de "exacerbar la situación con los suministros de armamento letal moderno a Kiev" y la celebración de "provocadoras maniobras militares" no sólo en el mar Negro, sino también "en otras regiones" próximas a las fronteras rusas.
También consideró que Alemania y Francia, los principales mediadores en el arreglo del conflicto en el Donbás, instigan el incumplimiento de los acuerdos de paz de Minsk por parte de Kiev, lo que lleva las negociaciones a "un callejón sin salida".
En su opinión, la crisis ucraniana "está lejos de solucionarse" y culpó a Kiev de negarse a cumplir con sus obligaciones, incluido lo acordado en el formato de Normandía (Rusia, Ucrania, Francia y Alemania).
OTAN, UNA RELACIÓN ROTA
La ampliación aliada ha tenido como consecuencia el emplazamiento en Rumanía y Polonia de elementos estratégicos del escudo antimisiles de EEUU, que pueden transformarse "en cuestión de minutos" en sistemas ofensivos, dijo.
Putin acusó a la OTAN de apostar "insistentemente" por la "confrontación" al acercar su infraestructura militar a las fronteras rusas y por anular "todos los mecanismos de diálogo".
"Nosotros, por supuesto, reaccionaremos adecuadamente a la actividad militar de los países de la OTAN en el perímetro de la frontera rusa. En Bruselas deben entender que la reducción de la tensión político-militar responde no sólo a los intereses rusos, sino a los intereses de toda Europa y también del mundo en general", aseguró.
Recordó que fue Bruselas el que "sin comerlo ni beberlo" expulsó a los diplomáticos rusos. "Y después se enfadan cuando les cerramos su misión en Rusia. ¿Por qué se enfadan? Es su iniciativa. Lo hacen con sus propias manos y después buscan culpables", señaló.
"Que no quieren cooperar con nosotros. No hace falta. Tampoco tenemos muchas ganas", señaló.
ALEJAMIENTO CON UE, ACERCAMIENTO CON CHINA
Con la Unión Europea también "se reducen" las posibilidades de cooperación, aunque los Veintisiete sigan siendo el principal socio comercial del gigante del norte, afirmó.
Y, en concreto, acusó a Bruselas de utilizar la actual crisis migratoria bielorrusa para presionar al autoritario régimen de Alexandr Lukashenko.
"La UE sigue alejándonos con sanciones, acciones inamistosas y acusaciones gratuitas (...) las líneas divisorias en el continente no traen nada bueno. Rusia, por supuesto, está interesado en unas relaciones constructivas y de buena vecindad con los países europeos, pero todo depende de la voluntad de los socios de desarrollar una cooperación respetuosa y equitativa", señaló.
Mientras, Occidente "intenta abiertamente poner una cuña entre Moscú y Pekín", cuando las relaciones entre ambas potencias ha alcanzado "el mayor nivel de su historia" y tiene un "carácter estratégico".
Rusia y China reaccionarán "ampliando la cooperación" político-económica y coordinando sus acciones en la arena internacional, aseveró.