El país centroeuropeo de 5,5 millones registró un número récord de contagios en los últimos días, superando los 8.000 el martes, y los médicos han alertado de que quedan pocas camas ucis disponibles.
Eslovaquia tiene la tercera tasa de vacunación más baja de la Unión Europea, con el 45 % de la población con la pauta completa, y muchos hospitales eslovacos están al límite de su capacidad por la última oleada de la pandemia.
Con las nuevas reglas aprobadas, solo las personas que hayan sido vacunadas o que hayan superado la covid en los últimos seis meses podrán disfrutar de actividades de ocio, asistir a eventos públicos y entrar en bares y restaurantes.
"Como primer ministro, tengo una responsabilidad y no quiero jugar con las vidas de los ciudadanos", declaró este jueves el jefe del Gobierno, Eduard Heger, al anunciar las medidas en una intervención televisada.
Las restricciones, que entrarán en vigor el lunes durante tres semanas, se hacen eco de las adoptadas en la vecina Austria desde este lunes.
En Austria los no vacunados tienen incluso limitada la salida del domicilio salvo si es para trabajar, ayudar a terceras personas, hacer compras de primer necesidad y pasear.