La noticia de la venta de esta suntuosa mansión a orillas de la Bahía Vizcaína ha saltado de los medios especializados en el negocio inmobiliario a los de información general al conocerse que el fideicomiso vendedor está a nombre de un ser que tiene cuatro patas y ladra.
El precio de venta es de 31,75 millones de dólares, una nadería para la suma en que ha devenido la herencia de la condesa gracias a unas acertadas inversiones: unos 500 millones de dólares.
La estrella pop Madonna vivió en esta casa que compró por 7,5 millones de dólares en los años 90, según una información publica en la revista Forbes.
Gunther VI heredó el fideicomiso de la condesa fallecida en 1992 sin descendencia a la muerte de su abuelo Gunther IV, que su vez lo heredó de Gunther III, el primer millonario de esta familia canina.
Los administradores de la fortuna de Gunther VI no solo velan por el bienestar de este perro afortunado que vive la mayor parte del año en la Toscana (Italia), aunque tiene propiedades en otros lugares del mundo, sino por su dinero.
La mansión situada en una zona residencial y exclusiva del barrio miamense de Brickell, junto al Palacio Vizcaya, una joya de los años 20 construida por un heredero de la familia Deering, entró a formar parte de patrimonio de los "Gunther" en el año 2000.
Cuenta con un frente costero de 100 pies (30,5 metros), con muelle incluido, y la superficie total de la finca es de 51.000 pies cuadrados (casi 4.800 metros cuadrados), de los cuales 8.400 pies cuadrados (casi 782 metros cuadrados) construidos.
La mansión, originalmente construida en 1928, cuenta con nueve dormitorios y otros tantos baños y está rodeada de jardines, en los que brilla una piscina de estilo mediterráneo como todo el conjunto.