Más de 34 millones de argentinos estaban llamados a elegir en las urnas 127 de los 257 escaños de la Cámara de Diputados -donde ahora ningún grupo tiene mayoría absoluta- y 24 de los 72 del Senado, en el que el oficialismo peronista perderá su holgada mayoría de confirmarse los datos en el escrutinio definitivo que la Justicia Electoral realizará en los próximos días.
Para la Cámara Baja, Juntos por el Cambio, coalición a la que pertenece el expresidente conservador Mauricio Macri (2015-2019), venció en 12 de los 24 distritos -13 si se cuenta el triunfo de un aliado en la provincia de San Luis-, frente a las nueve provincias en las que ganó el oficialista Frente de Todos.
En el caso del Senado, el oficialismo solo lideró en dos de las ocho provincias a las que este año corresponde elegir representantes para la Cámara Alta, mientras que en las otras seis la principal coalición opositora fue la más votada.
Ajustado resultado en Buenos Aires
En la provincia bonaerense, que congrega el 37 % del padrón nacional, la lista de candidatos a diputados que presentó Juntos consiguió el 39,81% de los sufragios, con el 98,17 % de los votos contabilizados en el recuento provisional.
Continúa la lista del oficialista Frente de Todos, con el 38,53 % de los sufragios, seguida por otras propuestas opositoras.
Respecto a los distritos que le siguen en importancia, en la provincia de Córdoba también aventajan las listas de la misma coalición opositora con el 54,04 % de votos; en Santa Fe con el 40,23 % y en la ciudad de Buenos Aires con el 47,01 %.
En la capital, destaca la irrupción del partido del economista libertario Javier Milei, ‘outsider’ de la política muy mediático por su discurso contra la “casta” política, que queda en tercer lugar con el 17,03 % de los votos -entrando a la Cámara por primera vez con dos escaños-, detrás del candidato de la lista del Frente de Todos, que obtiene el 25,10 %.
Aunque en la mayoría de distritos el escrutinio quedó al ras del 100 %, fuentes del Correo Argentino -que se ocupa de la transmisión de los telegramas digitales con los votos para la posterior carga de datos en manos de la Dirección Nacional Electoral- explicaron a Efe que se considera completado ya que los pequeños porcentajes restantes son telegramas con fallos bajo observación.
De cualquier forma, todo queda subsanado en el escrutinio definitivo, que realizará en los próximos días la Justicia electoral.
Prueba de fuego para el gobierno
Los comicios, los primeros con el peronista Alberto Fernández como presidente, eran considerados una suerte de plebiscito a sus dos primeros años de mandato, marcados por la gestión de la pandemia y la continuidad de larga recesión que se inició en 2018, cuando restan otros dos años para las siguientes elecciones presidenciales.
Esta cita con las urnas llegó precedida de las primarias de septiembre pasado, en las que ya las listas de Juntos por el Cambio fueron las más votadas en casi todo el país, por delante de las propuestas del Gobierno, lo que generó fuertes tensiones entre el presidente y la exmandataria y hoy vicepresidenta Cristina Fernández.
Esta situación derivó en el cambio de varios ministros y en el anuncio por parte del Gobierno de una catarata de medidas destinadas a mejorar el bolsillo de los sectores más postergados de la sociedad.
Asimismo, las elecciones también son cruciales para la oposición, para ordenar liderazgos tras la derrota de Macri ante los Fernández en las presidenciales de 2019.