El colectivo de artistas cubanos Archipiélago llamó a celebrar hoy una gran marcha cívica y otros actos de protesta para pedir un cambio político en la isla.
Por esta iniciativa, conocidos activistas del país, tanto miembros de Archipiélago como disidentes que habían apoyado la marcha, han denunciado estar sufriendo escraches y la represión de las fuerzas de seguridad.
Y algunos periodistas independientes afirmaron que no les dejan salir de sus casas para trabajar.
Según pudo comprobar Efe, gran parte del despliegue de efectivos de paisano y vehículos que este domingo rodeaban el edificio en las afueras de La Habana desapareció, pero se mantiene un retén.
García Aguilera, informó un familiar del activista, no va a tratar de salir de su domicilio tras los incidentes de la jornada previa en torno a su casa, aunque está bien de salud.
Ayer su edificio fue rodeado por agentes que le impidieron salir a marchar por el centro de La Habana, como había anunciado que haría.
Varias decenas de personas favorables al Gobierno cubano realizaron frente a su casa un "mitin de repudio", y colgaron tres grandes banderas cubanas en su edificio, la mayor de ellas tapando la ventana por la que García Aguilera estaba saludando a los medios internacionales en la calle con una flor blanca, símbolo de las protestas.
La activista Saily González, integrante de Archipiélago, publicó en redes sociales imágenes de cómo varias decenas de personas se concentraron en un “mitin de repudio” frente a su domicilio, en la ciudad de Santa Clara (centro).
La periodista Yoani Sánchez informó, por su parte, que le habían cortado el acceso a internet, una práctica que otros activistas y reporteros aseguran estar sufriendo en los últimos días.
En las jornadas previas, las fuerzas de seguridad han citado a decenas de activistas en comisarías y otros departamentos estatales. Varios de ellos señalaron que recibieron amenazas si participaban en la marcha del 15N.
El Gobierno cubano retiró el sábado, horas antes del inicio de las protestas, las acreditaciones a todos los periodistas y gráficos de la Agencia Efe en la isla sin explicar motivos ni aclarar si se trataba de una medida temporal o permanente.
Horas después las autoridades se las restituyeron a dos de los seis periodistas del equipo, algo que la presidenta de la Agencia Efe, Gabriela Cañas, ha considerado “insuficiente” y reclamado que se devuelvan todas.