“El número de personas fallecidas por el desastre del viernes asciende hasta ahora a 131 muertos y 62 personas siguen hospitalizadas. Están respondiendo favorablemente al tratamiento”, dijo a Efe el director de comunicaciones de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres, Mohamed Lamrana Bah.
La explosión se produjo el pasado día 5, cuando un camión que se disponía a abastecer de combustible a una estación de servicio fue golpeado por un remolque y varias personas que residían cerca, así como conductores de moto-taxis, se acercaron con cubos y bidones para recoger el carburante derramado, antes de que el vehículo explotara.
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La práctica de extraer el combustible derramado de camiones accidentados es habitual en algunos países de África, a pesar de ser peligrosa.
El hospital principal de Freetown quedó "desbordado" y las familias tuvieron "dificultades para identificar a sus seres queridos quemados o muertos, ya que los cuerpos están carbonizados", según el secretario general de la Cruz Roja en Sierra Leona, Kpawuru E. T. Sandy.
El presidente de Sierra Leona, Julius Maada Bio, declaró el día 8 tres días de duelo nacional y acudió a un servicio inter-religioso para honrar la memoria de los fallecidos, la mayoría de los cuales recibieron sepultaron ese día.
El pasado día 6, Mohammed Mukhier, director en África de la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (IFRC), describió el incidente como “desgarrador” para un país que aún tiene recuerdos de otros desastres como los deslizamientos de tierra de 2017,que causó más de 1.000 muertos, o la epidemia de ébola entre 2014 y 2016, que mató a casi 4.000 personas sólo en Sierra Leona.