Narishkin recibió a Burns a petición de la parte estadounidense, según informó hoy el servicio de prensa del Servicio de Inteligencia Exterior.
La reunión "se centró en temas de la interacción entre departamentos en el contexto de las relaciones ruso-estadounidenses, con especial énfasis en la lucha contra el terrorismo internacional", añadió.
Burns, quien conoce bien Rusia, donde fue embajador entre 2005 y 2008, ya se reunió el martes con el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolái Pátrushev, para abordar las relaciones bilaterales.
De momento no está previsto que el presidente ruso, Vladímir Putin, reciba al antiguo subsecretario de Estado de EEUU, dijo hoy el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Putin se encuentra este miércoles en su residencia en Sochi, a orillas del mar Negro.
"Se trata de importantes contactos con los jefes de nuestros servicios especiales. Lógicamente el presidente recibe todas las informaciones necesarias" sobre las mismas, añadió.
Consideró que los contactos entre Burns y sus contrapartes en Rusia pueden ser considerados "indudablemente" positivos.
"Un diálogo a este nivel y de naturaleza tan sensible es extremadamente importante para las relaciones bilaterales y el intercambio de opiniones sobre los problemas que tenemos", sostuvo Peskov en su rueda de prensa telefónica diaria.
Según dijo, se abordaron principalmente las relaciones bilaterales y después diferentes problemas internacionales.
El mes pasado viajó además a Moscú la subsecretaria de Estado de EEUU para Asuntos Políticos, Victoria Nuland.
Por ahora han mantenido sobre todo contactos regulares Pátrushev y el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, con quien conversó a finales de septiembre sobre las relaciones bilaterales, la estabilidad estratégica y Afganistán.
Además, se vieron en mayo en Ginebra para preparar la primera cumbre un mes después en esa ciudad suiza entre el mandatario ruso, Vladímir Putin, y el presidente de EEUU, Joe Biden.
En ese encuentro, los dos líderes acordaron iniciar un diálogo sobre ciberseguridad y retomar el diálogo sobre estabilidad estratégica y control de armas nucleares, además de eliminar obstáculos al trabajo de sus respectivas embajadas en Washington y Moscú, si bien por ahora hay pocos resultados tangibles.
La intención de ambos era, sin hacerse ilusiones, iniciar un proceso para normalizar las relaciones en aquellos asuntos en los que veían posibilidades de cooperación, en un momento en el que ambos calificaron las relaciones ruso-estadounidenses como las peores desde la Guerra Fría.