La conferencia sobre el clima -COP26- arrancó esta semana en Glasgow, Escocia, con la presencia de más 120 líderes mundiales con la finalidad de elevar sus compromisos medioambientales y frenar el calentamiento global.
Stoltenberg destacó que este año es la primera vez que la OTAN está presente en una cumbre del clima de Naciones Unidas, lo cual, según dijo, refleja que el cambio climático es ahora “una tarea importante” para la Alianza.
"El cambio climático es un multiplicador de crisis, está haciendo nuestro mundo más peligroso, incrementa la competencia por recursos escasos como el agua y la tierra, fuerza a millones de personas a huir y, por tanto, importa para la seguridad e importa a la OTAN", expuso.
En ese sentido, recordó que en la cumbre de líderes de la Alianza celebrada en junio se acordó un plan con tres líneas de acción en las que la organización ya ha empezado a trabajar.
La primera busca "incrementar la concienciación", por lo que habrá análisis anuales sobre el vínculo entre la seguridad y el cambio climático, en tanto que la segunda aspira a "mitigar" el calentamiento global.
"Necesitamos asegurar que tenemos las tecnologías que están reduciendo las emisiones, pero, por supuesto, no podemos elegir entre unas fuerzas armadas verdes o fuertes. Necesitamos fuerzas armadas fuertes y verdes al mismo tiempo, pero estoy absolutamente convencido de que en el futuro los mejores aviones, barcos y vehículos militares usarán algo diferente a los combustibles fósiles", dijo.
En tercer lugar, resaltó que la OTAN necesita adaptarse porque las fuerzas armadas "operan en la naturaleza" y con un tiempo meteorológico "más extremo", los ejércitos "tienen que ser capaces de abordar eso".
Como ejemplo, citó la misión de la OTAN en Irak, en la que los militares hacen frente a temperaturas de 50 grados centígrados, según indicó.
Reconoció que faltan estadísticas de calidad sobre las emisiones contaminantes militares, por lo que la Alianza va a desarrollar su propia metodología.