Beard, catedrática de la universidad de Cambridge y una de las clasicistas más importantes del mundo, cree que “las propias mujeres tienen muy interiorizado que el poder es algo masculino”, y por eso cuando imaginamos una mujer poderosa siempre lo hacemos vistiendo un traje, una prenda “típicamente masculina”.
La experta en estudios clásicos acaba de publicar "Doce Césares", un libro en el que analiza cómo se proyecta la imagen de los poderosos a través de estatuas, monedas o pinturas y que "a menudo sirven para que los propios gobernantes reafirmen su poder".
"SPQR es la primera marca global", bromea Beard, quien asegura que el acrónimo que los romanos llevaron a todo el mundo fue uno de los primeros ejemplos de marketing, "como la Coca-Cola de la época".
Beard recibió el Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales en 2016, de manos del rey de España, Felipe VI, algo que califica como "uno de los mejores momentos" de su vida a pesar de que "si empezáramos de cero no hubiera inventado la monarquía", dice la académica para quien la forma ideal de gobierno no contempla la idea de un rey o una reina.
Asegura que esa forma de gobierno debe mucho a Roma, sobre todo por la idea de poner el perfil de los reyes en las monedas, algo que inventó Julio César, aunque pone de manifiesto que países como Estados Unidos, por su empeño en diferenciarse de la monarquía británica de la que se deshicieron, "han convertido al presidente en un emperador".
"Ninguna estatua tiene garantizado durar para siempre", señala sobre los movimientos que ahora piden la retirada de esculturas que representan a personalidades como Cristóbal Colón en América o esclavistas en Reino Unido.
UNA CLASICISTA ANTIBREXIT
Beard se ha mostrado siempre profundamente antibrexit, algo que ha hecho que, "según se rumorea", Downing Street haya vetado su elección como una de las administradoras del Museo Británico.
"Gran Bretaña está en una situación mucho más difícil que los países europeos", explica, asegurando que se están cumpliendo "todas las advertencias", aunque su preocupación por la salida de la Unión Europea no es solo económica, sino cultural.
"Cuando empecé a dar clases en Cambridge era una muy buena universidad, pero muy blanca, masculina y británica", recuerda Beard, que teme se dé marcha atrás en la diversidad conseguida a lo largo de estos 45 años, porque muchos estudiantes ya no podrán pagarla.
Boris Johnson, actual primer ministro del Reino Unido y uno de los impulsores del brexit, estudió Filología Clásica en Oxford y ha participado en debates con Beard, que lo describe con esta frase: "Lo que ves es lo que hay".
La clasicista admite que "los romanos legitimaron la masculinidad tóxica" y existe una conexión entre sus comportamientos y forma de pensar y lo que tenemos en la actualidad, pero cree que esto no puede ser una disculpa.
Del mismo modo, rechaza que la antigua Roma "sea vista como un paraíso gay" a pesar de haber servido como una "enorme fuente de legitimación" para el movimiento LGTB a finales de los 90 en el Reino Unido.
"Los romanos y los griegos tenían una visión diferente de lo que era discriminar por las diferentes orientaciones sexuales", añade.
Beard se jubilará el año que viene tras más de 40 años impartiendo clases, aunque asegura que seguirá escribiendo libros y dando conferencias sobre los romanos, a la vez que espera encontrar tiempo para aprender español, algo que quiere hacer “desde hace mucho tiempo”.