El billete verde se apreciaba un 0,97% para llegar a los 5,72 reales para la compra y la venta en el tipo de cambio comercial brasileño, su mayor valor en varios meses.
El corro paulista repite pérdidas después de hundirse un 2,75% la víspera, lastrado por la enorme incertidumbre fiscal en torno a los planes del Gobierno para aumentar el gasto social en 2022, año en el que Bolsonaro intentará su reelección.
El Ejecutivo pretende alterar el techo de gastos con el objetivo de obtener recursos suficientes para financiar un vasto programa social de subsidios con un valor mínimo de 400 reales (70 dólares) y que beneficiaría a unas 17 millones de familias.
La Cámara de Diputados dio anoche el primer paso para avalar esos planes del Gobierno al aprobar en una comisión especial modificar el techo de gastos y, además, aplazar el pago de una parte de las deudas judiciales del Estado, lo que se traducirá en más recursos para 2022.
En medio de esas discusiones, este jueves renunciaron cuatro funcionarios de primer escalón en el Ministerio de Economía: el secretario especial del Tesoro y Presupuesto, Bruno Funchal, y el secretario del Tesoro Nacional, Jeferson Bittencourt; y los secretarios adjuntos de ambas áreas, Gildenora Dantas y Rafael Araujo. Los cuatro alegaron "motivos personales".
También dimitió en la víspera el secretario de Petróleo, Gas y Biocombustibles del Ministerio de Minas y Energía, José Mauro Coelho, horas después de que Bolsonaro anunciara su intención de crear otro subsidio para ayudar a 750.000 camioneros, afectados por el alza del combustible.
En medio de esas turbulencias, el mandatario ultraderechista defendió sus iniciativas sociales y desafío a los operadores del mercado financiero.
“El mercado se pone nerviosito. Pues si ustedes explotan la economía de Brasil, personal del mercado, ustedes también serán perjudicados”, advirtió el gobernante en su tradicional transmisión por redes sociales de los jueves.