El homenaje, en coordinación con la Embajada de Perú en Tegucigalpa, se celebró en la sede de la Cancillería hondureña.
El viceministro hondureño de Relaciones Exteriores, José Isaías Barahona, dijo que "solo con la autoridad moral, sabiduría y experiencia de una personalidad mundial, pudieron los dos estados (Honduras y El Salvador) superar pacíficamente sus diferencias".
Agregó que con el homenaje, su país "honra a una de las personalidades latinoamericanas que más ha dado a Centroamérica, a Honduras y a El Salvador".
La embajadora de Perú, Ana Marina Alvarado, agradeció el homenaje a José Bustamante i Rivero, quien también presidió la Corte Internacional de Justicia, como parte de la conmemoración del bicentenario de la independencia que celebran tanto Honduras como su país.
"Extendemos un especial agradecimiento a la Secretaría de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional por permitirnos honrar la memoria del insigne jurista y que la República de Honduras ha querido perennizar al erigir un busto en homenaje a quien hace 41 años supo conducir una negociación entre dos pueblos hermanos", enfatizó la diplomática.
Honduras y El Salvador se enfrentaron en julio de 1969 en una guerra por un centenario contencioso limítrofe y migratorio, que erróneamente en el mundo se conoció como "La guerra del fútbol", porque se dio en un ambiente de las eliminatorias para el Mundial de México de 1970.
El conflicto armado entre Honduras y El Salvador distanció durante once años a los dos países, que en octubre de 1980 suscribieron en Lima, Perú, un Tratado de Paz con la mediación de José Bustamante i Rivero.
Los dos países se dieron un plazo de cinco años para una solución bilateral al conflicto, pero al no lograr un acuerdo resolvieron llevar el caso a la Corte Internacional de Justicia, en La Haya, que falló el 11 de septiembre de 1992.
Bustamante i Rivero, quien falleció en enero de 1989, fue elegido en 1976 por Honduras y El Salvador como mediador del conflicto entre los dos países centroamericanos.