“El 11 de octubre sobre las 3.30 horas (00.30 GMT) se escucharon explosiones y se verificó que tres proyectiles habían caído en la zona”, señala el comunicado de la oficina del gobernador.
La nota no especifica el tipo de munición, pero señala que un obús estalló en un parque de Karkamis, una localidad de unos 10.000 habitantes en la frontera siria, otro explotó al chocar contra un árbol en la estación de trenes y el tercero cayó en un descampado.
Otros medios, como el diario turco Hürriyet, señalan que fueron cinco proyectiles los que cayeron sobre la zona.
Según el comunicado del gobernador, Turquía investiga si los disparos proceden de una zona bajo control de la milicia kurdosiria YPG, en aparente referencia a la región de Manbech, que dista unos 30 kilómetros de la frontera turcosiria.
La franja siria fronteriza en esta zona, alrededor de Yarábulus, está desde 2016 bajo control del Ejército turco y de milicias locales aliadas con Turquía.
Los últimos incidentes de disparos de mortero a territorio turco desde Siria se remontan a otoño de 2019, cuando el ejército turco conquistó una franja bajo control de las YPG en el noreste de Siria, unos 70 kilómetros al este de Karkamis.