El primer ministro británico, Boris Johnson, aseguró ayer en una declaración grabada que la situación de pánico ante la falta la falta de combustible por la escasez de conductores y el pánico ciudadano al desabastecimiento se está “estabilizando”, al tiempo que urgía a los conductores a continuar con sus rutinas de forma normal.
La decisión de tener preparados a 150 chóferes militares por si tuvieran que colaborar a la hora de transportar tanques de combustible a las gasolineras nacionales ha sido ya formalmente aprobada, según confirmaron fuentes del Gobierno a medios locales.
Esos militares estarán "preparados" y podrían ser desplegados "en los próximos días" si es necesario, agregaron las mismas fuentes.
Por su parte, el responsable de un proveedor de combustible del Reino Unido consideró este miércoles a la BBC que "lo peor" de la crisis "ya ha quedado atrás".
"La crisis original, si queremos llamarlo así, fue ocasionada por unas 25 a 30 gasolineras que cerraron cerca de la costa sur", señaló James Spencer, director gerente de Portland Fuel, en declaraciones al citado canal de televisión.
Spencer insistió en que la situación originada, con largas filas de vehículos esperando para llenar sus depósitos en gasolineras con surtidores vacíos por todo el país, al no haber suficientes conductores de camiones cisterna para transportar el combustible a esas estaciones, "nunca fue, en primer lugar, una gran crisis".
Según él, "obviamente, cuando se generó el pánico de comprar (combustible), las ventas se dispararon en un 500 por cien durante el pasado fin de semana".
“Muchas personas ya tienen llenos sus depósitos, así que podríamos ver una caída en la demanda y el reabastecimiento de combustible en las gasolineras funciona 24 horas, 7 días a la semana, así que hablamos de estaciones de servicio que han sido rellenadas”, explicó.