La situación del grupo, con una deuda acumulada de más de US$ 300.000 millones, mantiene en vilo a los mercados internacionales, que cayeron esta semana entre temores de un potencial contagio al conjunto de la economía china.
En un comunicado a la bolsa de Shenzhen (sur de China), su filial Hengda aseguró haber negociado un plan para pagar los intereses de un bono que vencían este jueves y de cuyo reembolso muchos dudaban.
El medio económico Bloomberg calculó el valor de estos intereses en 232 millones de yuanes (US$ 35,9 millones).
El comunicado no menciona el reembolso de los intereses de otro bono que también vencen el jueves.
Este pacto supone un breve respiro para el promotor inmobiliario, que emplea a 200.000 personas, tiene presencia en más de 280 ciudades y asegura generar 3,8 millones de trabajos indirectos en China.
Los analistas indican que también representa un alivio para los mercados, aunque solo a corto plazo.