El encuentro del magma ardiente con el mar -inicialmente previsto para el pasado lunes por la noche, pero atrasado por el menor ritmo del descenso- puede generar explosiones, olas de agua hirviendo o incluso nubes tóxicas, según la página del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
La lava “camina inexorablemente hacia el mar”, lamentó el presidente de la región canaria, Ángel Víctor Torres, que describió “la impotencia ante el avance de esa colada (...) que ya se ha llevado por delante viviendas en esta zona que está dedicada a la agricultura, y que continuará con otras viviendas en su camino hacia el mar”.
Las impresionantes lenguas grises y naranjas de lava siguen bajando lentamente del volcán arrasando con los árboles, carreteras y viviendas que encuentran a su paso, según muestran las imágenes que publican autoridades y vecinos.
Son ya 6.100 las personas evacuadas en esta isla frente a las costas del noroeste de África, entre ellas 400 turistas, según un comunicado el gobierno canario de este martes por la tarde.
“Se han evacuado por el momento a 5.700 personas (...) Además, los primeros días se reubicaron en Tenerife unos 400 turistas que estaban alojados en las zonas de riesgo”, afirma el ejecutivo regional.
Además, el terreno de la isla sufrió una deformación media de 28 centímetros.
Por ahora, la erupción del Cumbre Vieja ha destruido 185 edificaciones, de las que 63 serían viviendas, informó el gobierno regional.
Según el sistema europeo de observación espacial Copernicus, que publicó en Twitter una imagen satelital de la isla con las zonas afectadas, la lava cubre 103 hectáreas de La Palma.
Unos 750 efectivos de emergencias y 143 vehículos trabajan en el operativo de emergencia en el lugar.