“Las vidas de los niños, niñas y adolescentes que se salvaron del terremoto están ahora amenazadas por enfermedades prevenibles sólo porque no tienen acceso al agua potable y a los servicios básicos de salud”, dijo la directora regional de Unicef para América Latina y el Caribe, Jean Gough.
El terremoto del pasado 14 de agosto en Haití dejó más de 2.200 personas muertas, al menos 12.200 heridas y destruyó unas 130.000 viviendas, de acuerdo con los datos del ente de la ONU.
La alta funcionaria del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia o Unicef explicó que a un mes ocurrido el terremoto "los servicios de salud siguen interrumpidos en gran medida en el suroeste de Haití", donde fueron dañadas o destruidas unas 82 instalaciones" sanitarias.
La limitada capacidad de atención sanitaria presenta elevados riesgos para la salud, como la infección de heridas y el riesgo de tétanos, mientras que la falta de servicios de salud rutinarios ha aumentado el riesgo de muertes maternas y neonatales.
Asimismo, la capacidad de las autoridades sanitarias para prevenir, identificar y tratar la desnutrición también se ha visto debilitada por el terremoto.
"Mantener el acceso a la asistencia que salva vidas y reanudar los servicios de salud materno-infantil es una prioridad crítica de la respuesta de Unicef, incluyendo el tratamiento de los niños, niñas y adolescentes con desnutrición aguda", dijo el ente de la ONU.
Así, el ente de la ONU "ha equipado con equipos médicos y medicamentos esenciales a 24 clínicas móviles que se desplegarán en las comunas remotas de los tres departamentos más afectados por el terremoto para proporcionar atención básica".
Además se han desplegado ocho clínicas móviles para proporcionar servicios integrados de salud y nutrición que apoyen la identificación y el tratamiento de la desnutrición aguda, con el apoyo de Unicef.
"Unicef está instalando más clínicas móviles sobre el terreno para mantener sanos a los niños, niñas y adolescentes. Con miles de familias, niños, niñas y adolescentes que necesitan atención médica urgente, no podemos esperar a que se reconstruyan las instalaciones sanitarias", dijo Gough.
En este de la ONU también apoyará la reconstrucción y reparación de 30 hospitales y centros de atención primaria dañados, así como la capacitación de 3.000 empleados de centros de salud y trabajadores sanitarios de la comunidad en materia de prevención y control de infecciones (PCI), incluyendo la continuación de la prevención de la covid-19 y el suministro de equipos de protección personal (EPP).
“UNICEF solicita 73,3 millones de dólares para responder a las necesidades humanitarias debidas al terremoto, centrándose en proporcionar apoyo urgente en materia de salud, educación, agua y saneamiento, nutrición y protección de la infancia, incluida la violencia de género, durante los próximos seis meses. Hasta ahora, se ha recibido menos del 11 %”, precisó el organismo.