Felipe VI aterrizó en Lisboa, donde fue recibido por el ministro portugués de Exteriores, Augusto Santos Silva, y por la embajadora de España en Portugal, Marta Betanzos, y se trasladó al Monasterio de los Jerónimos, el lugar donde se realiza el funeral.
El rey de España es una de las autoridades extranjeras presentes en las ceremonias fúnebres, a las que también asiste el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, el primer ministro de Cabo Verde, Ulisses Correia e Silva; el presidente del Parlamento de Timor Oriental, Aniceto Guterres Lopes, y representantes de otros países de lengua oficial portuguesa.
Sampaio, presidente de Portugal entre 1996 y 2006, falleció el viernes tras dos semanas ingresado en un hospital de la capital lusa por problemas respiratorios.