Los agentes económicos, según la legislación avalada por el oficialismo en la Asamblea Legislativa, están obligados a aceptar la criptomoneda y todos los precios de los productos y servicios deben expresarse en dólares y bitcóin.
El Gobierno dispone de más de 200 millones de dólares para la puesta en marcha del proyecto y, en la víspera, compró bitcóin equivalente a más de 21 millones de dólares al precio registrado el lunes.
La Ley Bitcóin cobró vigencia en medio de una amplía desaprobación de los salvadoreños, según distintas encuestas, y con distintas protestas convocadas para hoy para rechazar la normativa.
El uso del bitcóin se convirtió, desde su sorpresivo anuncio en una conferencia en Miami (EE.UU.) y su pronta aprobación, en la principal apuesta económica del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, tras la pandemia de la covid-19.
"Como toda innovación, el proceso del #Bitcoin en El Salvador tiene una curva de aprendizaje. Todo camino hacia el futuro es así y no se logrará todo en un día, ni en un mes", publicó en Twitter Bukele la noche del lunes.
"Pero -agregó- debemos romper los paradigmas del pasado. El Salvador tiene derecho a avanzar hacia el primer mundo".
Los sondeos de opinión revelan que este es el primer proyecto de Bukele rechazado por buena parte de la población a pesar de que el mandatario mantiene altos niveles de popularidad.
Según la encuesta del Instituto de Opinión Pública, el 66,7 % de la población opina que la Ley Bitcóin se debía derogar y el 65,2 % se mostró en desacuerdo en que el Gobierno utilice fondos públicos para financiar la implementación del criptoactivo.