"La situación es muy compleja, hay mucho miedo en las calles, los talibanes están por todos lados y la gente está desesperada. Han sido cuatro días de verdadero terror", afirmó Said en una entrevista con Efe desde su hotel en el centro de Kabul, donde le sorprendió este conflicto.
El periodista y realizador, de 55 años, se encontraba en Afganistán para grabar un nuevo episodio de su serie documental "Buscando a Dios", que emite el canal estadounidense History 2, cuando se produjo la invasión de la capital por los talibanes, que en cuestión de horas tomaron el control de la ciudad 20 años después de caer su régimen.
Desde entonces, relata, "todo ha cambiado" y el panorama es "desolador", hay zonas sin agua ni luz, no hay vuelos para salir del país y aunque no están deteniendo a gente de forma arbitraria sí están controlando los vehículos y las calles.
"Las mujeres están en una situación terrible, algunas llevando el hiyab (un tipo de velo) y cubriéndose enteras. En los campos de refugiados se te tiran encima para conseguir dinero, están desesperadas y no les importa morir", aquejó.
En los últimos días, el miedo a la violencia se ha extendido por Kabul y el caos en el que está inmersa la ciudad llegó también hasta su hotel, que se encuentra desde el lunes bajo el control de un grupo insurgente que regula la entrada y salida y que ha registrado su habitación en numerosas ocasiones, denuncia.
"TEMOR A UNA GUERRA CIVIL"
Ahora Said, que no tiene planes inmediatos de volver, asegura "temer una nueva guerra civil", especialmente desde esta mañana, cuando el ex vicepresidente primero afgano Amrullah Saleh, que ejerce como presidente interino desde la huida del mandatario, Ashraf Ghani, el pasado domingo, hiciera un llamado a resistir a los talibanes.
"Ahora mismo hay milicias que se preparan para ser un polo de resistencia, especialmente en la provincia de Panjshir (donde está el vicepresidente) y esto dibuja una situación incierta", expresó.
En el momento en que sean atacados y "si comienza una guerra civil, los talibanes van a empezar con la doctrina dura para matar gente", conjeturó el documentalista, y la situación "se va a poner muy pesada para los locales y para nosotros los periodistas".
El colapso de Afganistán ocurrió poco después de que en mayo las fuerzas de Estados Unidos y de la OTAN comenzaran la fase final de la retirada de sus tropas para dejar las bases militares en manos de los afganos.
La forma en que el país norteamericano ha gestionado esta crisis, ahondó Said, ha desatado un odio generalizado hacia los estadounidenses, una situación que se ha agravado desde que el presidente Joe Biden inició la evacuación a contra reloj para trasladar a todos sus ciudadanos.
"Hay un rechazo hacia Estados Unidos porque habían prometido que iban a sacar a mucha gente de acá a la que luego han dejado abandonada", lamentó.