En la primera reacción árabe a la agresión, el secretario general del CCG, Nayef Falah al Hajraf, condenó en un comunicado "el ataque que tuvo como objetivo un petrolero frente a las costas de Omán, y pidió a la comunidad internacional que asuma sus responsabilidades respecto a semejantes agresiones".
Su declaración se produce después de que el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, prometiera ayer una respuesta "colectiva", junto con sus aliados, al ataque, en el que murieron un británico y un rumano y del que Israel, Reino Unido y Rumanía, entre otros países, culpan a Irán, que niega las acusaciones.
Según la nota del CCG (integrado por Arabia Saudí, Baréin, Catar, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait y Omán), la respuesta debe basarse en "el derecho internacional para garantizar que no se repitan (tales agresiones) y que se preserve el movimiento del comercio y los suministros de petróleo, además de la seguridad y estabilidad en la región".
Se trata de la primera reacción del CCG, cuyos miembros son todos aliados de EE.UU. y con tensas relaciones con Teherán por el programa nuclear iraní y otros motivos políticos e ideológicos.
El barco "Mercer Street", de propiedad japonesa y bandera liberiana pero operado por una empresa del multimillonario israelí Eyal Ofer, fue atacado presuntamente por un dron cuando viajaba sin carga hacia el puerto emiratí de Fuyaira.
Al Hajraf reiteró que "el CCG pide seguridad para el transporte marítimo internacional y rechaza cualquier impedimento al movimiento de buques, y que todos los países cumplan con las convenciones y normas que regulan el movimiento de la navegación y garantizan su seguridad", concluyó la nota.