En un comunicado, el ministro de Exteriores, Dominic Raab, señaló que trabaja con sus aliados a nivel internacional para consensuar "una respuesta concertada a este ataque inaceptable".
"El Reino Unido condena el ataque ilegal y despiadado cometido contra un barco mercante cerca de la costa de Omán, que mató a un nacional británico y a otro rumano", afirmó.
"Creemos que se trató de un ataque deliberado, dirigido, y en clara violación de la legislación internacional por parte de Irán", agregó.
"Las evaluaciones del Reino Unido han concluido que es altamente probable que Irán atacara el MV 'Mercer Street' en aguas internacionales cerca de Omán el 29 de julio, usando uno o más vehículos aéreos no tripulados (UAV, en inglés)", aseveró el ministro.
Raab subrayó que "Irán debe poner fin a este tipo de ataques y los barcos han de poder navegar libremente conforme a la legislación internacional".
Por su parte, el Gobierno iraní ha negado hoy las acusaciones israelíes, secundadas ahora por el Reino Unido, de que atacó con drones el "Mercer Street", gestionado por una empresa del multimillonario israelí Eyal Ofer, en el mar Arábigo.
En su rueda de prensa semanal, el portavoz del Ministerio de Exteriores de Teherán, Saíd Jatibzade, tildó de "infundadas" las acusaciones de Tel Aviv y subrayó que "no es la primera vez que el régimen ocupante de Quds (Jerusalén) atribuye tales acusaciones a la República Islámica".
Ante las amenazas de Israel de responder al ataque contra el buque cisterna, el portavoz iraní aseguró que su país "no vacilará ni un momento en defender los intereses de su gente y la seguridad nacional de Irán".