Inminente fin de la moratoria de desalojos angustia en estados como Florida

Ana Mengotti Miami, 30 jul (EFE).- El inminente fin de la moratoria de desahucios adoptada durante la pandemia atemoriza a miles de familias de bajos recursos en Florida, un estado con un mercado inmobiliario con precios por las nubes y en crecimiento y un acusado déficit de viviendas asequibles, sobre todo en zonas turísticas.

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Para alquilar en 2021 un apartamento "modesto" de dos dormitorios en Florida se necesita ganar 24,82 dólares/hora o trabajar 115 horas semanales (16,4 horas al día de lunes a domingo) cobrando el salario mínimo, según un reciente informe de la Coalición Nacional de Vivienda de Bajos Ingresos titulado significativamente "Fuera de alcance".

Y Florida es solo el número 12 de una lista encabezada por California, donde es necesario percibir 39,03 dólares por hora para darse el "lujo" de vivir en un apartamento de esas características.

Esas cifras ilustran la magnitud de la crisis de vivienda en el país, a la que ahora se sumará, si el Congreso no lo remedia, el fin de la moratoria de los desalojos el 31 de julio.

La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, que al igual que el presidente Joe Biden, ha pedido a los congresistas que extiendan la moratoria, considera que debe hacerse por "un imperativo moral".

MÁS DE 7,4 MILLONES DE HOGARES ATRASADOS EN EL PAGO

Según la empresa inmobiliaria online Zillow, a fecha del 28 de julio había en Estados Unidos más de 7,4 millones de hogares atrasados en el pago de los alquileres y de ellos unos 3 millones estaban en riesgo teórico de desahucio, aunque son muchos menos los que en la práctica pueden ser desalojados.

Zillow calcula que en Florida hay 144.000 hogares en riesgo de desahucio si este fin de semana se acaba el blindaje que los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) proporcionaron en 2020 para que las personas de bajos recursos no tuvieran que enfrentarse a una dificultad añadida durante la pandemia.

No obstante, en varios estados, entre ellos California, Hawai, Nueva York y Nueva Jersey y en el Distrito de Columbia, los inquilinos seguirán protegidos por normas contra los desahucios después de esa fecha.

En Miami-Dade, el condado más poblado de Florida, con 2,7 millones de habitantes, en su mayoría hispanos, los que estén en riesgo de desahucio van a poder acogerse a un programa de ayuda para pagar el alquiler que se había puesto en marcha en 2020, cuando estalló la pandemia de covid-19 y miles de empleos se perdieron debido al confinamiento y otras medidas para prevenir contagios.

La moratoria iba a terminar en marzo pasado pero se ha ido extendiendo mes a mes desde entonces, lo que no parece que vaya a suceder después del 31 de julio y eso tiene a millones de personas en todo el país sumidas en la preocupación.

Los abogados advierten que la moratoria no significa que se perdone la deuda contraída con el dueño del apartamento o casa por no pagar el alquiler, solo que los inquilinos que reúnan ciertas requisitos no podrán ser puestos en la calle.

UNA "NECESIDAD FUNDAMENTAL" NO CUBIERTA

Aunque como dijo esta semana la alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, la vivienda es una "necesidad fundamental", millones de personas de bajos recursos se ven en dificultades en el país para cubrirla.

The Gap (La Brecha, en español), una coalición de organizaciones civiles, en su último informe anual, correspondiente a 2020, cifró el déficit nacional de viviendas de alquiler para personas con ingresos extremadamente bajos en 7 millones.

Ningún estado del país tiene una oferta suficiente, pero Florida está, junto a Oregón, California, Nevada, Arizona, Colorado, Texas y Delaware, en el grupo de los "peores", con menos de 30 viviendas asequibles por cada 100 hogares de recursos muy bajos.

El problema es de tal magnitud que una organización civil de Florida llama a la falta de viviendas asequibles "la tragedia de los 2.600 millones de dólares", que es la suma destinada a viviendas sociales que, según dice, han desviado los sucesivos gobiernos del estado a otros proyectos en los últimos 10 años.

En Miami-Dade diversas fuentes calculan que faltan entre 150.000 y 200.000 viviendas para ese sector de la población, mientras la oferta de viviendas de lujo es cada vez más amplia y variada.

Esta misma semana se estableció un nuevo récord de precio de compra en Miami-Dade. Una sociedad anónima del estado de Delaware compró por 65 millones de dólares una gran mansión al borde del mar en el barrio de Coconut Grove.

Expertos de Florida Atlantic University (FAU) y Florida Intrernational University (FIU) calcularon en mayo que las viviendas en el sureste de Florida se estaban vendiendo a un precio un 13,8 % superior al de la tendencia a largo plazo.

Según ambas universidades, la continua escalada de los precios de las viviendas es preocupante, aunque el grado de sobreprecio no se acerca a lo que fue durante el peor derrumbe histórico de la vivienda hace más de una década.

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