"Ennahdha observa con gran preocupación la actual inseguridad y confusión que el golpe ilegal e inconstitucional ha creado en el país. Ahora está claro que el presidente Kais Saied ha trabajado con fuerzas antidemocráticas para anular los derechos constitucionales de los diputados y reemplazarlos por miembros de su propia camarilla", afirmó la formación conservadora en un comunicado de prensa.
Por otro lado, el partido instó a los ciudadanos que defienden sus derechos y libertades a que cesen las protestas en las calles y no permitan que la "contrarrevolución" gane legitimidad con la violencia y el derramamiento de sangre que buscan los "matones organizados".
El primer ministro tunecino, Hichem Mechichi, declaró horas antes aceptar su destitución y el traspaso "pacífico" de poderes con el fin de evitar convertirse en un elemento "perturbador" que complique todavía más la crisis del país.
El mandatario anunció ayer domingo su cese y la suspensión de la Asamblea durante 30 días así como la retirada de la inmunidad parlamentaria de todos los diputados "para recuperar la paz social y salvar al Estado", decisión que la mayoría de fuerzas políticas, calificaron de "golpe de Estado".
Said aseguró hacer uso del artículo 80 de la Constitución que le otorga el poder de tomar medidas "excepcionales" ante un "peligro inminente" tras consultar con el jefe de Gobierno y el presidente del Parlamento.
Según la Constitución, el objetivo de este texto es garantizar un funcionamiento regular del poder público "lo antes posible", sin embargo, el Tribunal Constitucional- pendiente de creación desde 2015- debe supervisar dicho proceso y decidir sobre su extensión.
Justo un año antes, el 25 de julio de 2020, el presidente encargó a Mechichi, ministro del Interior desde hacía cinco meses y anteriormente su consejero en asuntos jurídicos, formar un gobierno tecnócrata, lo que supuso el inicio de las tensiones entre los dos responsables.
Túnez inició su transición democrática en 2011 con la llamada 'Revolución de los Jazmines', que puso fin a dos décadas de la dictadura de Zine El Abidine Ben Ali, y durante la cual se han sucedido un total de diez gobiernos que han agravado todavía más la crisis económica y social.