El espionaje surcoreano cree “que no hay ningún problema con la salud” del dictador, según explicó a los medios Ha Tae-keung, miembro del comité de Inteligencia de la Asamblea Nacional (Parlamento).
Kim ha reducido enormemente sus apariciones en público desde que comenzó la pandemia y, tras varias semanas sin que se le viera en los medios de propaganda estatal, presidió una importante reunión en junio en la que se le vio bastante más delgado.
El NIS cree que el mariscal norteño, que padece sobrepeso, ha podido adelgazar entre 10 y 20 kilos, según explicó otro parlamentario de la comisión de inteligencia, Kim Byung-kee.
Kim explicó que el NIS no ha detectado nada inusual en la forma de caminar del líder norcoreano ni tampoco que las instituciones médicas que velan por su salud hayan importado medicamentos específicos para Kim Jong-un.
Ambos parlamentarios explicaron también que la inteligencia sureña da por hecho que el líder norcoreano ha degradado a Ri Pyong-chol, hasta ahora uno de los cinco miembros del poderoso presidium del partido único, para que ocupe el cargo de director del departamento de construcción de maquinaria industrial.
Ri es uno de los oficiales del régimen a los que Kim culpó la semana pasada de provocar una "crisis" en la gestión de la pandemia, un incidente sobre el que sin embargo los medios norcoreanos no han ofrecido más detalles.
En ese sentido, el NIS dice que no ha detectado señales de que haya habido grandes brotes de coronavirus en el hermético país, cuyo último reporte en junio a la Organización Mundial de la Salud (OMS) indicaba que aún no se había detectado un solo positivo tras testar a unas 31.000 personas.
Los parlamentarios afirmaron también que no hay señales de que el programa COVAX vaya a enviar vacunas contra la COVID-19 a Corea del Norte de manera inminente ni de que el país esté tramitando la compra de dosis.
Corea del Norte tenía previsto recibir 1,9 millones de dosis de la vacuna de AstraZeneca de manos de COVAX en la primera mitad de año pero su entrega se ha retrasado ante la falta global de suministro y la aparentemente falta de capacidad técnica norcoreana para presentar un plan de vacunación.
Los parlamentarios surcoreanos también dijeron que no hay indicaciones de que Kim Jong-un haya recibido la vacuna.