El ganador del Grammy, cuyo juicio iba a comenzar en abril pero fue pospuesto al 9 de agosto, está acusado por la Fiscalía del Distrito Este de Nueva York de crimen organizado, coacción y transporte de mujeres y niñas para realizar actividades sexuales ilegales en Estados Unidos durante dos décadas.
También está acusado de otros cargos federales similares en Chicago, donde ha permanecido en custodia de las autoridades desde 2019, cuando fue arrestado, y se espera que ese proceso tenga lugar a finales de este año tras varios retrasos debido a la pandemia de covid-19.
El rapero creó una "empresa" criminal facilitada por sus empleados y socios para captar a mujeres y niñas que iban a sus conciertos y convertir su sueño de conocer a una estrella musical en "una pesadilla de violación, pornografía infantil y trabajo forzado", explicaron los fiscales cuando fue imputado.
La jueza que lleva el caso en Nueva York, Ann Donnelly, pidió el traslado de R. Kelly a la Gran Manzana la semana pasada para que este pueda asistir en persona a una audiencia sobre conflictos de interés de los abogados de su equipo defensor, que ha sufrido cambios recientemente.
De acuerdo con documentos entregados en el tribunal y revisados por Efe, este martes el cantante alistó a un nuevo abogado en su equipo, Devereux Leon Cannick, mientras que a principios de este mes otros dos, Steven Greenberg y Michael Leonard, pidieron a la magistrada retirarse de la defensa.
R. Kelly, de 54 años, permanece ahora en el Metropolitan Detention Center del distrito de Brooklyn, en el que se aloja otra acusada prominente, Ghislaine Maxwell, socia del financiero fallecido Jeffrey Epstein, que está acusada ayudar a este a abusar sexualmente de menores.