"Comprendemos que crearán determinadas dificultades para la dirección de Bielorrusia, pero, créanme, el presidente bielorruso, el Gobierno, harán todo para que la gente salga de este período difícil con las menores pérdidas", afirmó el ministro de Exteriores, Vladímir Makéi, citado por la agencia Belta.
El jefe de la diplomacia amenazó a Occidente con responder con la misma moneda y afirmó que ya está listo "un paquete de respuestas".
"Bielorrusia no está sola, hay una serie de aliados y socios siempre listos para apoyarnos. Resistiremos", afirmó.
Las sanciones occidentales fueron impuestas en respuesta al aterrizaje forzoso del 23 de mayo de un vuelo comercial de Ryanair entre dos Estados miembros de la UE (Grecia y Lituania) y al arresto por motivos políticos del periodista opositor Román Protasevich y su compañera Sofía Sapega, así como al "ataque continuo contra derechos humanos derechos y libertades fundamentales".
En ese avión, que fue obligado a aterrizar en la capital bielorrusa, viajaban el opositor Protasevich y Sapega.
El ministro de Economía de Bielorrusia, Alexándr Cherviakov, estimó que las sanciones incluso podrían ayudar a la economía bielorrusa, ya que las limitaciones de Occidente obligarán a las empresas a buscar nuevos mercados y nuevos socios en otras regiones.
"Nuestro plan está dirigido a desarrollar nuevos mercados, se trata de un giro hacia Asia", afirmó en una entrevista al canal de televisión ONT.
Por su parte, el primer ministro, Román Golovchenko, advirtió a principios de junio de que la economía bielorrusa no solo resistiría las restricciones económicas, sino que las empresas recibirían "una carga positiva para trabajar activamente en otros mercados".
Sin embargo, según declaró a Efe el analista Andréi Kazakevich, director del Instituto de Investigaciones Políticas, se trata de una forma de tranquilizarse a sí mismos por medio de la esperanza en la ayuda de China o Rusia, pero "nadie compensa del todo las pérdidas económicas".
"Todo esto es muy grave. A diferencia de las sanciones anteriores, que eran de carácter simbólico, ahora se trata de sanciones sectoriales, pérdidas de cientos de millones de dólares", aseguró.