La duquesa fue preguntada al respecto este viernes por los periodistas que acompañaban a la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, durante la visita que ambas hicieron a un colegio para menores con traumas en Cornualles (suroeste de EE.UU.).
"Le deseo todo lo mejor. Estoy deseando conocerla", indicó Catalina, quien reconoció que todavía no ha podido ver a la bebé.
"Espero que sea pronto", afirmó la duquesa.
En respuesta a una cuestión sobre si ni siquiera había visto a Lilibeth Diana por videollamada, la duquesa contestó que "no".
La segunda hija de Enrique, hermano de Guillermo, y Meghan nació el viernes pasado en el Hospital Cottage de Santa Barbara, en California (EE.UU.).
La bebé, cuyo nombre hace honor a su bisabuela, la reina Isabel de Inglaterra, y a la madre de Enrique, la fallecida princesa Diana de Gales, pesó 3,48 kilos.
Enrique y Meghan se mudaron a California (EE.UU.) el año pasado después de renunciar a sus papeles como miembros de alto rango de la familia real británica.
La pequeña se ha convertido en el primer bisnieto de la reina Isabel que nace fuera del Reino Unido y es la segunda hija de los duques de Sussex, después de Archie, de dos años.
La bebé -undécimo bisnieto de Isabel II- está en el octavo lugar de la línea de sucesión, detrás de su hermano Archie; su padre, Enrique; los príncipes Luis, Carlota y Jorge (hijos de los duques de Cambridge); del príncipe Guillermo y el príncipe Carlos.
La niña nació dos meses después de la muerte del duque de Edimburgo, marido de la reina Isabel II, a los 99 años, y tras la polémica por la controvertida entrevista que los duques de Sussex concedieron en marzo a la presentadora estadounidense Oprah Winfrey, en la que acusaron a la familia real de racismo.