La petición cuenta con el apoyo de organizaciones como Oxfam, Amnistía Internacional o Avaaz, unidas en la llamada Alianza Popular por las Vacunas, destacó la OMC en un comunicado.
Estas organizaciones "están ayudando a concienciar sobre el acceso a las vacunas y su importante rol para lograr una solución a la crisis derivada de la COVID-19", destacó el responsable de relaciones públicas de la OMC, Bernard Kuiten.
La OMC celebra esta semana nuevamente encuentros para seguir discutiendo una posible suspensión de patentes en torno a las vacunas, los tratamientos y otras herramientas anticovid, solicitada desde octubre de 2020 por India y Sudáfrica, a los que se han unido en los últimos meses más de 60 países en desarrollo.
Estos países miembros de la OMC sostienen que la suspensión de patentes abriría la posibilidad de producir más vacunas contra el coronavirus, resolver con ello los actuales cuellos de botella en la producción, y evitar nuevas olas de la pandemia como las que recientemente han sufrido zonas en desarrollo como India o Latinoamérica.
Contrarios por el momento a esta suspensión de patentes se sitúan muchos países donde tienen su sede farmacéuticas que han desarrollado vacunas y otros fármacos contra la COVID-19 (Unión Europea, Reino Unido, Suiza), si bien Estados Unidos, al principio también reticente, ha mostrado su disposición a negociar.
Los países europeos, que defienden la importancia de las patentes para impulsar el desarrollo científico, han presentado en los últimos días una contrapropuesta a la iniciativa indo-sudafricana, en la que prefieren hablar de "flexibilizar la propiedad intelectual" en lugar de suspender totalmente las patentes.
La organización Médicos Sin Fronteras (MSF), que en los últimos meses ha sido muy crítica con las prácticas de las farmacéuticas durante la pandemia, acusa a los países del Viejo Continente de intentar retrasar las negociaciones con esta contrapropuesta.