En su intervención telemática, Abás consideró que "el bombardeo deliberado de viviendas e instalaciones, la destrucción de las casas sobre las cabezas de sus habitantes, la destrucción de la infraestructura y la matanza de niños, ancianos y mujeres es terrorismo de Estado organizado (...) y crímenes de guerra".
Por ello, prometió que las autoridades palestinas van a "perseguir para juzgar a los autores de esos crímenes ante los tribunales internacionales".
Por otro lado, afirmó ante los representantes parlamentarios de los 22 países de la Liga Árabe, que el trabajo de su Gobierno "se centra en detener la agresión israelí contra el pueblo en Jerusalén, Cisjordania y la Franja de Gaza", después de diez días de ofensiva sobre la franja que ha causado 230 muertos.
Posteriormente, Abás se mostró dispuesto a "entrar en un proceso político serio (...) que conduzca al fin de la ocupación israelí de la tierra del Estado palestino, incluido Jerusalén Este", con el fin de "lograr una paz justa y completa en la región".
"Ya hemos informado a la nueva Administración estadounidense de nuestra plena disposición para trabajar con ella en el marco del Cuarteto Internacional" para Oriente Medio, agregó el presidente.
"Hemos dicho una y otra vez que queremos la paz", afirmó, sin embargo recordó que en esa búsqueda de una solución negociada no pueden verse comprometidos "ninguno de los derechos del pueblo y la nación palestina, particularmente en la ciudad de Jerusalén".
Por ello, llamó a aplicar las iniciativas de paz acordadas en el seno de la Liga Árabe que establecen "la retirada total israelí de todas las tierras palestinas y árabes ocupadas en 1967, en primer lugar".
El Parlamento Árabe celebró hoy una reunión extraordinaria para abordar la escalada entre Israel y palestinos, después de que ayer el organismo también instara a la comunidad internacional, la ONU y a la Unión Europea a intervenir para detener la violencia.