Se trata de la tercera vez que la farmacéutica alemana deberá pagar una compensación por daños ocasionados por un producto que contiene glifosato.
La Corte de Apelaciones del Noveno Circuito de EE.UU., con sede en San Francisco, determinó que Bayer había actuado de forma negligente al no haber hecho advertencias sobre los riesgos asociados a este producto.
Así, el tribunal rechazó el argumento de Bayer de que demandas como la de Edwin Hardeman, la víctima de este caso, "nunca deberían ir a juicio porque las leyes federales de pesticidas prohibían (en el pasado) las acusaciones de este tipo".
Hardeman, de 71 años y que entre 1980 y 2012 utilizó de forma frecuente el pesticida, que se comercializa bajo la marca Roundup, para el cuidado de su jardín en California, contrajo cáncer en la sangre.
En 2019, un jurado otorgó ya a Hardeman 5 millones en daños compensatorios y 75 millones en daños punitivos en el primer caso federal que fue a juicio, aunque esta última multa se redujo posteriormente a 20 millones de dólares.
Bayer ha defendido que décadas de estudios científicos demuestran que Roundup y otros herbicidas a base de glifosato que dominan el mercado son seguros para el uso humano.
Además, la compañía argumenta que el glifosato fue aprobado por la Agencia de Protección Ambiental (EPA, en sus siglas en inglés) como seguro para los humanos y que los reguladores le impidieron agregar una advertencia a la etiqueta del producto.
El fallo del tribunal de apelaciones contra Bayer y Monsanto incide en el veredicto de un jurado que en 2018 decidió que el fabricante del herbicida no advirtió correctamente del riesgo para la salud que se corría al usar Roundup, lo que consideró "un factor sustancial" en la enfermedad del jardinero Dewayne Johnson.
Johnson, que al igual que Hardeman padece linfoma no hodgkiniano, utilizó el polémico herbicida de manera frecuente mientras trabajaba como jardinero en San Francisco y, según él, fue la exposición continuada a este producto lo que le causó cáncer.