Así lo anunció este martes la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, quien recordó que, al no haber vuelos directos entre España e India, no se pueden adoptar medidas como prohibirlos tal y como hicieron otros países europeos.
La orden, que procede del Ministerio de Sanidad, entrará en vigor mañana e incluye por tanto una cuarentena obligatoria en la misma línea de la ya aplicada a otros viajeros de terceros países en los que circulan variantes distintas a las presentes en España.
Según explicó ayer el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, el doctor Fernando Simón, no hay evidencia de que la variante india de la COVID-19 sea más transmisible que otras, ocupe más espacio fuera del país de origen o tenga una mayor gravedad, si bien podría ser más contagiosa dadas las mutaciones que tiene una de ellas.
Y aunque aún no hay casos confirmados en España, tampoco descartó que pudiera detectarse alguno.
La India está viviendo la peor fase de la pandemia -ayer superó los 17 millones de casos y las 195.000 muertes- y se ha convertido en el epicentro global de la enfermedad tras cinco días rompiendo récords de contagios, lo que hace temer la propagación de nuevas variantes del virus.