Una fuente del Ministerio de Interior iraquí dijo a Efe en condición de anonimato que al menos dos personas murieron en la explosión, mientras que otras 20 resultaron gravemente heridas y “podrían haber fallecido”, pero que “su muerte no ha sido confirmada médicamente”.
Asimismo, indicó que la explosión fue provocada por el estallido de unas bombonas de oxígeno dentro del hospital de Al Jatib, en el sureste de Bagdad, unas instalaciones médicas con una capacidad de 120 camas y que han sido destinadas exclusivamente a pacientes de coronavirus.
Por su parte, la agencia de noticias estatal iraquí INA dijo que, según las primeras investigaciones, el incendio podría haber sido provocado por un cortocircuito o por la explosión de unas bombonas de oxígeno en mal estado.
Más de 20 equipos de bomberos movilizados lograron apagar las llamas de este "masivo incendio", en palabras de la Defensa Civil iraquí, que informó en un comunicado que lograron rescatar a unos 90 pacientes durante la evacuación del centro.
De acuerdo con la nota, decenas de vecinos se movilizaron para acudir al rescate de los pacientes, la mayoría de los cuales eran ancianos y personas que estaban conectadas a respiradores.
Estos incidentes en Irak son inusuales, a pesar del mal estado de la infraestructura médica de un país en reconstrucción tras décadas de conflicto que han afectado severamente los servicios públicos.
En este sentido, la comisión pública de Derechos Humanos de Irak ha pedido al Gobierno que asuma la responsabilidad de este incidente y ha exigido la dimisión del ministro de Salud, a la vez que ha recordado las deficiencias del sistema sanitario iraquí, especialmente en medio de una situación tan excepcional como la pandemia.
Irak es uno de los países árabes de Oriente Medio que más contagios ha registrado hasta el momento, más de 1,18 millones, según la Organización Mundial de la Salud, mientras que la cifra de muertes asciende a más de 15.000.