En los próximos días, según detallan hoy medios locales, las autoridades sudafricanas anunciarán si se trata o no de un parón definitivo, si bien el ministro de Salud sudafricano, Zweli Mkhize, adelantó el martes en una rueda de prensa que no esperan “una retirada completa de la vacuna”.
Se trata, según enfatizó, de una medida de “precaución” a la espera de que haya estudios más amplios sobre la posible “relación causal entre el desarrollo de coágulos y la vacuna de Johnson & Johnson”, recalcó Mkhize.
El ministro también subrayó que en Sudáfrica 289.787 trabajadores sanitarios han sido inmunizados desde febrero con esta vacuna sin que se haya reportado un solo caso de coágulos.
La decisión del Gobierno sudafricano llega después de que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) de Estados Unidos recomendaran por “cautela” una pausa en su uso tras seis casos de un tipo de coágulo sanguíneo “raro y grave” entre más de 6,8 millones de dosis administradas.
En total, Sudáfrica -el país del continente africano más golpeado por la pandemia de covid-19- tiene aseguradas 30 millones de dosis de la vacuna de compañía belga Janssen, filial de la multinacional estadounidense Johnson & Johnson.
Se esperaba una llegada más numerosa de estas vacunas a partir de mediados de abril a fin de acelerar el lento ritmo de vacunación, después de que en febrero la vacunación con AstraZeneca fuera desestimada por su baja eficacia contra la variante del coronavirus detectada en el país, la denominada 501Y.V2.
Además, Sudáfrica tiene asegurados para este año otros 30 millones de dosis de la vacuna de Pfizer.
Por el momento, los únicos vacunados en este país de unos 58,5 millones de habitantes son los 289.787 sanitarios, mientras que el total de contagios asciende ya a 1.559.960 casos y 53.423 muertes. EFE
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