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CIUDAD DEL VATICANO (AFP, EFE). El papa Francisco pidió a la comunidad internacional compartir las vacunas anticovid con los países más desfavorecidos.
Francisco dedicó su homilía pascual a los más vulnerables, los enfermos de covid, los migrantes, las personas que debido a la pandemia viven en la precariedad y las poblaciones que sufren las guerras.
Sobre la crisis sanitaria, Jorge Bergoglio, después de rendir homenaje a los médicos y enfermeras en primera línea de la pandemia, recordó que “las vacunas son una herramienta esencial en esta lucha”.
“En el espíritu de un ‘internacionalismo de las vacunas’, insto a toda la comunidad internacional a un compromiso común para superar los retrasos en su distribución y para promover su reparto, especialmente en los países más pobres”, dijo.
El Papa pronunció su discurso desde una basílica de San Pedro casi vacía.
Normalmente, preside estas celebraciones ante decenas de miles de fieles en el Vaticano. Pero esta vez, por segundo año consecutivo, las restricciones contra el covid-19 en Italia impidieron estos actos.
EE.UU., el país más afectado tanto en muertes como en número de casos, superó el pasado viernes el umbral de los 100 millones de personas que recibieron al menos una dosis de la vacuna.
Pero la vacunación sigue estando sujeta a dudas, como en los casos de trombosis y coágulos, algunos mortales, relacionados con la vacuna de AstraZeneca.
En cuanto a la vacuna rusa Sputnik V, promovida por el Kremlin, su imagen se vio afectada por el anuncio el viernes del presidente argentino Alberto Fernández de que había dado positivo, a pesar de haber recibido dos dosis de ese fármaco en enero y febrero.
El pontífice pidió hacer cesar “el clamor de las armas en la querida y atormentada Siria, donde millones de personas viven actualmente en condiciones inhumanas, así como en Yemen, cuyas vicisitudes están rodeadas de un silencio ensordecedor y escandaloso, y en Libia, donde finalmente se vislumbra la salida a una década de contiendas y enfrentamientos sangrientos”.