Francisco recordó que también este año se vivirán las celebraciones pascuales en el contexto de la pandemia y deseó que “en muchas situaciones de sufrimiento, especialmente cuando quienes las sufren son personas, familias y poblaciones ya probadas por la pobreza, calamidades y conflictos” esta Semana Santa les lleve esperanza.
En la tarde del Jueves Santo, en la Misa in Coena Domini, cuando se revive lo que sucedió durante la Última Cena, lo que se pide es que “nos amemos haciéndonos siervos los unos de los otros, como hizo Él lavando los pies a los discípulos”, explicó.
Mientra que el Viernes Santo cuando se revive el vía crucis de Cristo, Francisco instó a que llevar “en la mente y en el corazón los sufrimientos de los enfermos, de los pobres, de los descartados de este mundo”, antes de añadir: “Recordaremos a los “corderos inmolados” víctimas inocentes de las guerras, de las dictaduras, de las violencias cotidianas, de los abortos”.
“Delante de la imagen de Dios crucificado llevaremos, en la oración, los muchos, demasiados crucificados de hoy, que solo desde Él pueden recibir el consuelo y el sentido de su sufrimiento”, agregó.
Y lamentó cómo entre los “crucificados de hoy” hay “tantas guerras, niños que mueren de hambre, pueblos destrozados por el terrorismo, tanta gente que para sentirse un poco mejor necesita la droga, de esa industria de la droga que asesina”.
Respecto al día de la Resurrección, afirmó: “nos da la certeza de que el bien triunfa siempre sobre el mal, que la vida vence siempre a la muerte”,
Y explicó que “también los soldados del sepulcro vieron a Jesús resucitado, pero que luego fingieron no haberlo visto ... porque les pagaron” y “el que sirve al dinero está contra Dios” y que en ello han caído muchos cristianos.
Debido a la pandemia del coronavirus, el papa Francisco volverá, al igual que el año pasado, a oficiar los ritos de la Semana Santa dentro de la basílica de San Pedro y con la presencia de pocos fieles, mientras que el tradicional vía crucis no será en el Coliseo, sino, de nuevo, en una desierta plaza, informó hoy al Santa Sede.