La policía hizo acto de presencia en la calle peatonal Ocean Drive pasadas las ocho de la tarde.
Tras comunicar a los participantes en la fiesta callejera que debían irse, estos fueron abandonando el lugar sin incidentes hasta que quedó desierto.
La ciudad vecina a Miami estaba en alerta ante la cercanía de un nuevo fin de semana y el riesgo de que las masas de turistas primaverales volvieran a alterar el orden público y a desafiar las normas contra la covid-19 en un estado que trata de evitar un repunte de la pandemia con más vacunas.
Para evitar incidentes, las autoridades de Miami Beach decretaron el pasado sábado un toque de queda que funciona los jueves, viernes, sábados y domingos de 8 de la noche a 6 de la mañana.
El sábado la multitud no acató las órdenes de retirarse y se enfrentó a la policía, que reprimió con dureza a los turistas y detuvo a más de medio centenar.
Además del toque de queda rige en los mismos días y horas una prohibición de acceso a la isla de Miami Beach por tres puentes que la comunican con Miami, salvo para quienes no sean residentes, trabajen o estén alojados en hoteles.
Según informaciones de los medios locales, la mayor parte de los que se concentran en una zona del sur de la ciudad y lindante con la playa que las autoridades han catalogado como de “alto impacto” llegan al sur de Florida en vuelos baratos y no están alojados en Miami Beach, donde los hoteles suelen ser más costosos, de ahí el cierre de los accesos por la noche.
Este jueves el gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, anunció que a partir del 5 de abril todos los residentes mayores de 18 años podrán vacunarse contra la covid-19.
Antes, el lunes 29 de marzo, les llegará el turno a los mayores de 40 años, con lo que en dos semanas tan solo quedarán sin acceso a la vacuna los menores de edad.
A día de hoy casi 5 millones de personas (4,95 millones) han recibido una o dos dosis de las vacunas contra la covid-19 en el “Estado del sol”, según la web que hace un seguimiento de la campaña de vacunación, cuyo resultado más notorio es una bajada del número de muertes diarias por covid-19.
De 77 fallecimientos de residentes (en este estado cuentan por separado a los no residentes) contabilizados el 1 de marzo se pasó a dos el 23 de marzo, de acuerdo a datos oficiales.
Sin embargo, los casos nuevos diarios rondan los 5.000 y las pruebas de covid-19 arrojan una positividad en torno al 6 %, sin que se aprecie una bajada significativa en ambos indicadores.
El grupo de edad de 25 a 34 años es el que más contagios acumula desde el inicio de la pandemia (350.316) en este estado, que es el tercero con más casos en total (más de 2,01 millones), según la Universidad Johns Hopkins.