“Cuando estemos listos para cooperar internacionalmente con el abastecimiento de vacunas, Paraguay será nuestra prioridad número uno”, dijo Araújo junto a Acevedo, a quien recibió este miércoles en Brasilia.
La falta de medicamentos y equipamientos sanitarios para enfrentar la pandemia de coronavirus ha causado una fuerte ola de protestas en Paraguay y hasta ha llevado a algunos sectores políticos a intentar promover un proceso de destitución contra el presidente Mario Abdo Benítez.
Brasil tiene acuerdos para producir localmente la vacuna de la empresa china Sinovac y la desarrollada en conjunto por AstraZeneca y la Universidad de Oxford, pero aún no puede satisfacer su propia demanda y el proceso de vacunación avanza a paso de tortuga.
Acevedo agradeció la oferta de cooperación, reiteró sus críticas a la falta de “equidad” que existe en la distribución mundial de las vacunas, sobre todo a través del consorcio global Covax de la Organización Mundial de la Salud (OMS) , y afirmó que es necesario “encarar ese tema de manera conjunta, para que ese bien universal (por las vacunas) le llegue a todos” .
En lo bilateral, también pasaron revista a diversos proyectos de infraestructura, como el segundo puente que se construye entre los dos países y que está concluido a un 50%, y un tercero cuyas obras están en proceso de licitación y pudieran comenzar en 2022.
También abordaron un asunto “fundamental” para Paraguay, como lo señaló Acevedo, que es la revisión del tratado estatutario de la represa de Itaipú, que vence en 2023, cuando se cumplirán 50 años de su firma.
La clave de la discusión está en el Anexo C del Tratado, que rige el funcionamiento y la distribución de la energía generada por la represa hidroeléctrica compartida por ambos países.
Según esa cláusula, cada país recibe el 50% de la energía de la represa, pero debe venderle al otro socio aquella que no utiliza, y Paraguay satisface su demanda con poco más del 5%, por lo que el resto acaba en Brasil y a precios preferenciales, inferiores a los del mercado.
En ese sentido, Araújo garantizó que Brasil “está listo para comenzar las discusiones sobre la revisión del Anexo C en el más breve plazo”, aunque aclaró que eso será “cuando las circunstancias de la pandemia lo permitan”.
Según el canciller paraguayo, esa negociación debe ser “un bonito pretexto para el desarrollo” y no puede quedar limitada a “una discusión jurídica y administrativa” del Anexo C, abordando “el respeto a la cultura, el medioambiente y el derecho legítimo de dos socios hermanos y paritarios”.
Ambos ministros también discutieron la situación del Mercosur, que Brasil y Paraguay integran junto con Argentina y Uruguay, y coincidieron en la necesidad de flexibilizar sus normas para que cada uno de los miembros avance en sus propios acuerdos comerciales con otros bloques o países, lo cual ahora está impedido.
Según Acevedo, el Mercosur debe tener " otra velocidad " y apostar en una " transfusión de sangre a través de intercambios, planes comunes y la libertad de ejercer los derechos bilaterales, siempre al servicio de la región " .
Tras el encuentro con Araújo, Acevedo tenía previsto ser recibido por el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, para un encuentro que las autoridades de Brasilia han calificado como “de cortesía”.
La visita de Acevedo a Brasil ha sido el punto de partida para una breve gira que le llevará en los próximos días a Argentina y Chile.