“Salimos a la calle para demandar que despenalicen el aborto porque hay muchas injusticias y muchas ingratitudes”, declaró a la AFP Sonia Martínez, de 67 años.
El Código Penal de El Salvador establece una condena de dos a ocho años de cárcel por abortar, pero fiscales y jueces tipifican con frecuencia los casos de pérdida del bebé como “homicidio agravado”, un delito que se castiga con penas que van de los 30 a los 50 años de prisión.
Una de las manifestantes, Ivys Gutiérrez, de 32 años, sostenía en sus manos la silueta negra de una mujer para simbolizar la violencia que afrontan las encarceladas por abortar, ya sea incluso porque el embarazo pone en riesgo su vida. “Este día marchamos por todas las mujeres que han sido víctimas de violencia, (y) en especial de las mujeres privadas de libertad que en su mayoría son inocentes y son víctimas de detenciones ilegales”, comentó Gutiérrez.
La coordinadora de la Agrupación Ciudadana para la Despenalización del Aborto Terapéutico, Ético y Eugenésico (ACDATEE), Morena Herrera, aseguró que por la “severa” legislación antiaborto permanecen encarceladas 18 mujeres en El Salvador. “El aborto es un problema de salud pública y un problema de injusticia social también, porque la manera en que se trata golpea más a las mujeres pobres”, dijo Herrera en una entrevista a la AFP.
Durante la marcha, la Policía intentó detener a una activista, pero la “reacción oportuna” de las manifestantes lo evitó, comentó Herrera, una exguerrillera y actualmente líder feminista. “Alto a la violencia y a la discriminación. Sí al trabajo y a la inclusión”, se podía leer en pancartas de la Asociación de Mujeres Ciegas de El Salvador.
“Ha llegado el fin del patriarcado”, “las mujeres caminando para adelante y el machismo caminando para atrás”, o que “el miedo no te paralice y que la rabia te organice”, eran algunas de las consignas durante la caminata.
La jornada conmemorativa, que fue seguida de cerca por la Policía, según la organización Colectiva Feminista, finalizó de forma pacífica.