El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), que vigila la actividad sísmica en todo el mundo, situó el hipocentro del seísmo a 20 kilómetros de profundidad bajo el lecho marino.
El temblor se localizó a 178 kilómetros al noreste de Gisborn y 228 al este de Whakatane, ambas ciudades en la Isla Norte del país.
El mismo organismo registró más tarde dos réplicas de magnitud 5,4, con hipocentro a 5 kilómetros de profundidad, y de magnitud 5,5, a 10 kilómetros bajo el lecho marino, en la misma zona.
El Centro de Alertas por Tsunami del Pacífico emitió una alerta de tsunami con olas de hasta un metro para Nueva Zelanda, pero más tarde canceló el aviso.
Las autoridades neozelandesas mantuvieron la alarma de tsunami durante unas horas más, pero luego la retiraron también con advertencias de posibles fuertes corrientes marinas y marejadas en la costa.
Nueva Zelanda, con una población 4,6 millones de habitantes, se asienta en la falla entre las placas tectónicas del Pacífico y Oceanía y registra unos 14.000 terremotos cada año, de los que entre 100 y 150 tienen la suficiente potencia como para ser percibidos.
El 22 de febrero de 2011 murieron 185 personas en un seísmo de 6,3 grados de magnitud que sacudió la ciudad de Christchurch, en la isla Sur, y que causó daños en 30.000 edificios.