Los socialistas se sitúan en el primer lugar en porcentaje de votos (23,12%) y 33 diputados, los mismos que obtiene la formación ultranacionalista ERC (filomarxista), de un total de 135 (se necesitan 68 bancas para tener la mayoría en el parlamento regional).
Con 32 se sitúa en tercera posición el también separatista JxCat (conservadores).
Con los nueve diputados de la formación comunista CUP, las formaciones ultranacionalistas pasarían de 70 a 74 escaños, y podrían formar gobierno si salvan las fuertes discrepancias surgidas desde el fracaso de la intentona separatista de 2017.
Por primera vez, ERC supera a sus socios de coalición JxC, lo que sitúa a su candidato Pere Aragonés, un separatista moderado, como favorito para presidir la región.
El fenómeno político VOX (integrado por conservadores y liberales) entra por primera vez en el Parlamento Catalán, y lo hace como la cuarta fuerza con más apoyos, 11 escaños, ocho más que el Partido Popular (PP, conservador), hasta ahora la fuerza conservadora tradicional en España, que se queda con tres.
Los liberales de Ciudadanos, grandes ganadores de los comicios en 2017, se desmoronan, y bajan de 30 a 6 diputados.