Tres de los siete hijos de Gadafi murieron en la revuelta, entre ellos Mutasim, que fue asesinado por los rebeldes en la ciudad del dictador, Sirte, el 20 de octubre de 2011, el mismo día que su padre.
Otro hijo, Seif al Arab, murió en un bombardeo aéreo de la OTAN en abril de 2011 y su hermano Jamis pereció en combate cuatro meses después, en el fragor de la revuelta.
Pero otros miembros del clan Gadafi sobrevivieron, entre ellos su esposa Safiya, su primogénito Mohamed - de su primer matrimonio- y su hija Aisha, que vive en el exilio.
El misterio rodea no obstante qué ha sido del otrora supuesto heredero del dictador, Seif al Islam Gadafi, buscado por la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes de guerra.
La familia
Tras la caída de Trípoli en manos rebeldes en agosto de 2011, Safiya Mohamed y Aisha escaparon a la vecina Argelia.
El sultanato de Omán les concedió asilo a condición de que no realizaran actividades políticas, dijo el entonces ministro de Relaciones Exteriores Mohamed Abdelaziz a la AFP en 2013.
Aisha, abogada de profesión y antigua embajadora de buena voluntad de Naciones Unidas, integró el equipo defensor internacional de Sadam Husein después de que el líder iraquí fuera depuesto en 2003 a raíz de la invasión estadounidense.
Su hijo Hanibal también buscó refugio en Argelia después de la revuelta, antes de tratar de entrar clandestinamente en Líbano para unirse a su esposa, la modelo libanesa Aline Skaf.
Pero las autoridades libanesas lo detuvieron y lo acusaron en 2015 de ocultar información sobre el prominente clérigo chiita Musa Sadr, que desapareció en 1978 durante una visita a Libia.
Hanibal y su esposa habían protagonizado un incidente diplomático con Suiza en 2008, cuando fueron detenidos en un lujoso hotel de Ginebra por asaltar a dos antiguos empleados domésticos.
El hijo playboy Saadi Gadafi - que llegó a ser futbolista profesional en Italia - huyó a Níger tras la revuelta pero fue extraditado después a Libia, donde era buscado por homicidio y represión durante la revuelta.
Actualmente está en una cárcel en Trípoli, acusado de crímenes perpetrados contra los manifestantes en 2011 y del asesinato en 2005 del futbolista libio Bashir al Rayani.
Supuesto heredero
Seif al Islam, cuyo nombre significa “espada del islam” , fue detenido por una milicia libia en noviembre de 2011, unos días después de la muerte de su padre.
Cuatro años más tarde, un tribunal de Trípoli lo condenó en ausencia a pena de muerte por crímenes perpetrados durante la revuelta.
El grupo armado que lo capturó anunció en 2017 que Seif al Islam había sido liberado.
Nunca se pudo confirmar esta información de manera independiente y en 2019, el fiscal de la CPI aseguró que, según informaciones “fiables” , estaría en Zintan, oeste de Libia.
Pero desde que en junio de 2014 apareció en un video desde Zintan durante durante su juicio en un tribunal de Trípoli no se ha vuelto a saber nada de él.
Clan y tribu
Durante sus días de gloria, Gadafi se consideraba el “Líder de la Revolución” y declaró a Libia la “Jamahiriya” , o “estado de las masas” dirigido por comités locales.
Miles de seguidores, incluidos su tribu Gadafa, huyeron de Libia tras la caída del régimen y muchos se establecieron en Egipto y Túnez.
“Al contrario de lo que se piensa, la tribu Gadafa sufrió bajo el régimen de Gadafi, y varios miembros que se opusieron a él terminaron en la cárcel” , dice el profesor de derecho libio Amani al Hejrissi.
El clan también está integrado por miembros de la guardia revolucionaria de Gadafi -una fuerza paramilitar encargada de protegerle- aunque no necesariamente tienen parentesco. Un grupo establecido en El Cairo revivió la cadena de televisión Al Jamahiriya, brazo propagandístico de Gadafi.
Hejrissi no cree que los seguidores exiliados de Gadafi desempeñen algún papel en el país ahora dividido. “La mayoría de los libios consideran al régimen caído como la raíz de la corrupción y la destrucción del sistema político”.