“Entre los países donde el número de periodistas encarcelados ha aumentado significativamente se encuentra Bielorrusia, donde se han producido protestas masivas por la disputada reelección del por mucho tiempo presidente (Alexandr Lukashenko)” asegura la coalición, que publica una lista con carácter mensual.
Asimismo, One Free Press Coalition cita a Etiopía, donde “la inestabilidad política ha degenerado en un conflicto armado” y recuerda que el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) mantiene una advertencia de seguridad para los profesionales de la información que cubren elecciones y situaciones de desorden civil.
El caso de mayor urgencia es el del periodista iraní Mohamad Mosaed, detenido por la policía fronteriza turca y que se teme que pueda ser deportado a Irán donde tiene pendiente una pena de prisión. Mosaed, periodista económico que trabajaba como autónomo, fue detenido después de huir de Irán donde había sido sentenciado a casi cinco años de cárcel, dos años sin ejercer el periodismo y dos años sin poder usar aparatos de comunicación.
Mosaed fue arrestado en 2019 por publicar un mensaje en su perfil de Twitter durante un bloqueo impuesto por las autoridades en respuesta a unas protestas antigubernamentales. Fue liberado y vuelto a detener en 2020 por criticar la supuesta falta de preparación del Gobierno para responder a la pandemia de la covid-19.
Entre los cargos contra Mosaed están el de “conspirar contra la seguridad nacional” y “difundir propaganda contra el sistema”.
El segundo caso que destaca la coalición es el de Kasiriye Saif Illa Ashraf, periodista de Uganda que fue objeto de dos detenciones mientras cubría actos organizados por la oposición política del país. Además, la plataforma recuerda que los agentes de seguridad asaltaron a al menos diez periodistas que cubrían actos opositores en vísperas de las elecciones presidenciales que se celebraron a mediados de enero.
Ashraf tuvo que ser hospitalizado después de que un policía le abriera la boca y la pulverizara con espray de pimienta.
El tercer caso de mayor relevancia que recoge la alianza mediática es el de la periodista de la minoría étnica china uigur Gulmire Imin, que ha pasado más de 10 años en prisión, donde cumple cadena perpetua por una protesta en la región autónoma china de mayoría musulmana de Xinjiang.
Imin fue acusada de incitar la protesta, separatismo y filtración de secretos. China es el mayor carcelero de periodistas, con 47 encarcelados en 2020.
El resto de casos son los de los periodistas: Ahmed Ismail Hssan, de Bahrein; Sidhique Kappan, de la India; Kilwe Adan Farah, de Somalia; Nada Sabouri, de Irán; Daria Chultsova y Katsiaryna Andreyeva, de Bielorrusia; Choy Yuk Ling, de China y Andrea Sahouri, de Estados Unidos.
Entre los participantes en la iniciativa figuran las agencias internacionales de noticias Associated Press, Bloomberg, la Agencia Efe y Reuters; las cadenas de TV CNN, Al Jazeera, Deutsche Welle, TV Azteca y Middle East Broadcasting Networks; y medios como The Washington Post, Boston Globe, Corriere della Sera, De Standaard, The Financial Times, Süddeutsche Zeitung, BuzzFeed, Forbes, Fortune, Quartz, Time, Wired y Euractiv.