El mercado, donde se vendían animales salvajes vivos, está cerrado desde enero de 2020, y los guardias solo dejaron entrar a los vehículos del equipo de investigación de la OMS.
El equipo terminó la cuarentena de 14 días el jueves y comenzó su investigación de campo el viernes. Esta visita es políticamente muy sensible para Pekín, acusada de haber tardado en reaccionar a los primeros casos de covid-19 reportados a finales de 2019 en Wuhan, una enorme metrópoli del centro de China.
El gobierno comunista casi no comentó la misión y minimiza su alcance. “No se trata de una investigación”, dijo el viernes un portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores chino, Zhao Lijian. El domingo, los expertos no respondieron a ninguna pregunta cuando llegaron al mercado.
Los miembros de los servicios de seguridad dijeron a los periodistas presentes en las inmediaciones que se marcharan. El diario nacionalista Global Times publicó hace unos días un artículo en el que relativizaba la importancia de este mercado en el origen de la pandemia, afirmando que las “investigaciones” sugerían que no era el origen de la epidemia.
Durante las primeras semanas de la epidemia, el gobierno comunista fue criticado por su gestión pero ahora se jacta de su victoria sobre el coronavirus, mientras que el resto del mundo parece superado por la epidemia.
China fue capaz de limitar el contagio a menos de 90.000 casos y a una cifra de 4.636 muertos, según el recuento oficial. Pero el virus se ha extendido por todo el mundo, con un balance de más de 2 millones de muertos.