La medida afectaría a la región de la capital y a las prefecturas colindantes de Saitama, Chiba y Kanagawa, y será discutida a lo largo de esta semana con el panel de expertos que asesora al Ejecutivo, según explicó el líder del Gobierno japonés durante una comparecencia ante los medios.
Suga confirmó así que el Gobierno contempla recurrir de nuevo a esta medida excepcional, que ya fue aplicada la pasada primavera durante la primera ola de contagios, ante el incremento récord de las infecciones de coronavirus registrado durante las últimas semanas.
“Tenemos la intención de estudiar la declaración del estado de emergencia lo antes posible”, dijo Suga, quien hasta ahora había descartado volver a emplear esta medida debido a su elevado impacto económico.
El estado de emergencia permitiría a las autoridades regionales tomar acciones concretas como la cancelación de eventos multitudinarios, el cierre de espacios públicos como escuelas y la recomendación a los negocios no esenciales de acortar sus horarios de apertura.
La medida, que no incluye el confinamiento de la población, ya fue empleada a principios del pasadas abril en varias prefecturas, incluidas Tokio y Osaka, y se extendió más tarde a todo el país antes de que el Gobierno decidiera levantarla a finales de mayo.
El pasado fin de semana, los gobernadores de Tokio y las otras prefecturas más afectadas por el virus solicitaron al Ejecutivo central que volviera a declarar la emergencia ante el rampante aumento de los contagios.
La capital nipona registró el pasado jueves más de 1.300 infecciones, el nivel más alto hasta la fecha, el mismo día en que el país superó también los 4.000 contagios por primera vez.
Tokio suma más de 62.500 infecciones y acumula la mayor parte de los casos registrados en todo Japón, unos 245.200, con 3.632 fallecidos.
VACUNAS PARA FINALES DE FEBRERO
El primer ministro japonés también anunció los planes de Gobierno para iniciar hacia finales de febrero la campaña nacional de vacunación contra la covid-19, una vez se complete el proceso de autorización por parte de las autoridades nacionales.
“Procederemos con las evaluaciones de seguridad y eficacia, y trabajamos con el objetivo de que la vacuna esté aprobada para finales de febrero”, dijo Suga, quien añadió que los primeros grupos de población en ser vacunados serán “el personal médico, las personas de edad más avanzada y las residencias de ancianos”.
El propio líder nipón, de 72 años, estará entre esas primeras personas que reciban la vacuna, según dijo.
Suga también reafirmó que los Juegos Olímpicos de Tokio se celebrarán dentro de lo previsto el próximo verano pese al aumento de los contagios en Japón y a las restricciones fronterizas que aplica el país, que en la práctica prohíben la entrada de extranjeros con algunas excepciones.