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RÍO DE JANEIRO (AFP). Tras meses de restricciones por el covid-19, que causó más de 1,8 millones de muertos en todo el mundo, las nuevas olas de la epidemia obligaron a la mayoría de la gente a seguir los festejos desde el sofá de su hogar.
Brasil, que después de Estados Unidos es el segundo país más castigado por la pandemia, recibió 2021 con su emblemática playa de Copacabana casi desierta en vez de los millones de personas que acoge normalmente cada 31 de diciembre para celebrar el nuevo año con baños de mar y fuegos artificiales.
La Policía impidió acceder a las playas de Río y en la medianoche se dispararon algunos fuegos artificiales.
Nueva Zelanda, país aplaudido por su gestión del virus, dio la bienvenida al nuevo año con multitudes reunidas en Auckland para un espectáculo de fuegos artificiales.
Al otro lado del mundo
En Sídney, la mayor ciudad de Australia, los fuegos artificiales de Nochevieja iluminaron el puerto con una exhibición deslumbrante, pero pocos espectadores.
“Creo que todo el mundo está mirando a 2021 como un nuevo comienzo”, declaró Karen Roberts, una de los pocos afortunados que pudo asistir a los fuegos cerca de la célebre ópera de Sídney.
En Nueva York, Times Square, que suele estar atestado de gente eufórica bajo una lluvia de confetis, estaba acordonado y vacío.
En Madrid, los españoles se comieron las doce uvas con las campanadas del famoso reloj de la Puerta del Sol desde los sofás de sus casas, ya que la famosa plaza de la capital española estaba esta Nochevieja completamente vacía.
En una muy inusual presentación, el exintegrante de Mecano Nacho Cano interpretó al piano “Un año más”, una canción de la disuelta banda española para despedir 2020.
En la golpeada Londres no ha habido celebraciones como recomendó el gobierno, que pidió a la gente que se quedara en casa para evitar propagar el virus con el eslogan “Hagan como si lo tuvieran”.
Solo unas decenas de personas se presentaron a la Plaza del Parlamento de Londres para escuchar el Big Ben.
En París, los Campos Elíseos estaban vacíos. Bajo los árboles adornados con luces rojas, una veintena de policías paraban a los escasos vehículos que circulaban por esta famosa calle para verificar los certificados de desplazamiento y multar a los infractores.
Francia vivió la Nochevieja bajo toque de queda, vigilada excepcionalmente por 100.000 policías y gendarmes.
En Wuhan, una multitud
En Wuhan, la ciudad china donde se detectó el virus por primera vez a finales de 2019, miles de personas festejaron la llegada de 2021.
Desde horas de la tarde, multitudes de personas atestaron el metro de la ciudad, de 11 millones de habitantes, para llegar a la calle peatonal de Jianghan, escenario de una aglomeración que sorprendió a los propios residentes, informó Infobae.
La gestión del brote en sus primeros momentos, por parte del régimen chino es objeto de controversias en el mundo.