Después de conocerse el resultado, con 131 votos a favor, 117 en contra y 6 abstenciones, la euforia se desató entre las personas que se manifestaron en los aledaños del Congreso desde antes del inicio de una sesión, que duró más de 20 horas, que comenzaron a cantar, saltar y mostrar sus pañuelos verdes.
“Asistimos a 18 horas de debate respetuoso y democrático, y sostuvimos vigilias en las cercanías del Congreso y en todo el país. Hoy estamos más cerca de que el aborto voluntario sea ley”, indicó a Efe Laura Salomé Canteros, quien, en la línea del manifiesto leído en la calle tras conocerse la aprobación, aseguró que “este logro es el resultado de la lucha sostenida desde hace años por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito”.
La plataforma destacó que esta ley permitiría a “las mujeres, niñas y otras personas con capacidad de gestar puedan ejercer verdaderamente todos sus derechos y decidir sobre sus propios cuerpos y sus propios proyectos de vida”.
“Hoy la democracia argentina está a punto de cumplir su deuda con nosotras y nosotres. Insistimos: es urgente. Esperamos que esta vez el Senado escuche una demanda popular cuyo objetivo principal es el reconocimiento pleno de los derechos humanos de todas las personas que habitan el suelo argentino”, agregó.
Ahora el foco está de nuevo puesto sobre el Senado, que será el encargado de decidir si finalmente se aprueba esta ley, al igual que sucedió en 2018, durante el Gobierno de Mauricio Macri (2015-2019), cuando votó en contra de un proyecto similar que también llegaba con la aprobación de Diputados.
En la misma Plaza del Congreso otro grupo no festeja: se trata de los conocidos como pañuelos celestes u organizaciones provida, personas contrarias al aborto legal que también tomaron las calles en las últimas horas para mostrar su opinión, y que tras el resultado de hoy confían en el Cámara Alta para que la ley no avance.
“La patria es vida, la patria son los más vulnerables. No va a ser ley, no lo vamos a permitir, y menos en este año”, arengó desde el escenario instalado por los celestes a las afueras del Congreso la activista, periodista y abogada Ana Marmora.