“Respeto a los homosexuales. De hecho, ¡el respeto es un principio cristiano! Sin embargo, eso no significa que el cristiano deba estar de acuerdo o no pueda cuestionar el homosexualismo (sic) con base en sus creencias religiosas”, dijo Mendonça en sus redes sociales.
El ministro también afirmó que los derechos a las libertades de expresión y religiosa son “inalienables” y así lo reconoció, según él, la Corte Suprema, en alusión a una decisión del alto tribunal que equiparó la homofobia al racismo y la tipificó como delito penal, lo que fue criticado por el presidente Jair Bolsonaro.
En ese fallo de junio de 2019, la máxima corte del país quiso aclarar que la represión de la homofobia no restringe el ejercicio de libertad religiosa, aunque siempre y cuando tales manifestaciones no configuren discurso de odio.
Mendonça, un pastor presbiteriano con una sólida formación en Derecho y que, antes de asumir la cartera de Justicia, fue abogado general del Estado, habló en esos términos para defender a la cantora y pastora evangélica Ana Paula Valadao.
Esta semana, la Fiscalía abrió una investigación contra ella por un presunto delito de homofobia.
Valadao dijo en un acto gospel de 2016 que una relación homosexual “no es normal” y llegó a vincular éstas al sida.
“La Biblia llama pecado a cualquier opción contraria a lo que Dios determinó. Y el pecado tiene una consecuencia que es la muerte”, expresó.
“Ahí está el sida para mostrar que la unión sexual entre dos hombres causa una enfermedad que lleva a la muerte y contamina las mujeres, en fin... No es el ideal de Dios”, completó.
Para Mendonça, Valadao está siendo víctima de una “persecución”.
Asimismo, señaló que espera que la Justicia “garantice los derechos” de Valadao, “así como ha garantizado los derechos a la libertad de expresión de quien piensa en sentido contrario”, aunque el ministro no analizó si las declaraciones han sobrepasado o no los límites jurídicos establecidos.
Esta no es la primera vez que un miembro del Gobierno de Bolsonaro se ve envuelto en una polémica en relación a la homosexualidad.
En septiembre pasado, el ministro de Educación, Milton Ribeiro, quien también es un pastor presbiteriano, asoció en una entrevista al diario ‘O Estado de Sao Paulo’ la homosexualidad a “familias desestructuradas”.
La Fiscalía solicitó a la Corte Suprema la apertura de una investigación contra Ribeiro por un supuesto delito de homofobia, aunque antes de la instauración del proceso, el juez del caso, José Antonio Dias Toffoli, determinó que antes de nada el ministro fuera escuchado por las autoridades.