“Veremos los nuevos datos y si es necesario habrá otras ordenanzas”, es decir nuevas regiones consideradas zona roja o naranja, dijo hoy Speranza en una entrevista al diario “Fatto Quotidiano”.Desde este viernes, las regiones italianas han sido divididas en tres zonas, amarilla, naranja y roja, en base al nivel de riesgo debido a la pandemia, y con diferenciación de cierres.
Además se aplicó un toque de queda nacional a partir de las 22.00 hasta las 5.00 horas, que volvió a sumir en el silencio como durante el primer confinamiento a las grandes ciudades italianas.En la zona roja, se ha establecido un confinamiento blando en el que se prohibido abandonar de la región y salir del domicilio si no es para ir a trabajar, hacer la comprar, o por motivos de salud u otras urgencias.
Se han cerrado tiendas, bares y restaurantes, pero no los supermercados, y otras actividades laborales como las fábricas, peluquerías, quioscos, estancos y farmacias.Además los colegios han cerrado sólo para los alumnos mayores de 12 años.
Por el momento, en la zona roja se encuentran Lombardía, Piamonte, Calabria y Valle de Aosta, mientras que en la zona naranja están Sicilia y Apulia y el resto de Italia es considerada amarilla y por el momento no tiene restricciones especiales.Las decisiones se han tomado en base a 21 parámetros sobre la marcha de la pandemia, la situación de los hospitales y la capacidad de hacer test, entre otros indicadores.Estas divisiones han provocado las protestas de algunos presidentes regionales ante lo que el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, afirmó en una entrevista en el diario “Corriere della Sera” que “rechazar las tres franjas llevará al país al colapso”.
“Necesitamos la unidad. Nadie ha cuestionado este mecanismo antes y negarse significa llevar al país a un nuevo bloqueo generalizado. Quien nos acusa de actuar sobre la base de la discriminación política actúa en mala fe”, agregó.Conte aseguró que “la alternativa a este sistema es volver a cerrar el país con un daño enorme para todos” y en este caso “el mal común será un desastre para todos”.
Ante estos cierres, el Consejo de ministros aprobó durante la noche un nuevo decreto de ayudas por un valor de 2.500 millones para las categorías más afectadas por los nuevos cierres. La disposición contiene nuevas subvenciones para las actividades de la zona roja, el aplazamiento de los plazos de impuestos de noviembre, así como más fondos para pagar posibles vacaciones y los cheques para contratar cuidadoras.
Entre las ayudas destaca un crédito fiscal sobre los alquileres comerciales transferibles al propietario del inmueble arrendado equivalente al 60% del alquiler para los meses de octubre, noviembre y diciembre.También se ha cancelado el segundo plazo del impuesto sobre bienes inmuebles y se ha suspendido el pago de los impuestos y del IVA para el mes de noviembre para las personas cuyas actividades hayan sido cerradas en este segundo confinamiento.
En las regiones rojas donde se prevé la suspensión de las actividades escolares se podrá pedir un cheque de 1.000 euros para contratar una niñera además de que se permitirán una expectativa extraordinaria con una asignación equivalente al 50% del salario mensual.